Con salida y llegada en Castelló, terminaba la 37ª edición de la Volta con una cuarta jornada de 135 kilómetros y una última subida al Desierto como punto clave del día. Sánchez (Lizarte) vencedor del Trofeu Penyagolosa y nuevo líder de la general, partía con una renta próxima al minuto que le permitió afrontar la etapa con relativa tranquilidad.
Una fuga inicial de doce unidades contaba con el beneplácito del pelotón controlado en todo momento por el equipo Lizarte. Pla (Caja Rural Seguros-RGA), Maire y Narbonne (Aix en Provence), Gerrits (U.C. Monaco), Fonollosa (Compak), Navarro (G-Sport), Juan (Mutua Levante), Ropero (Baqué), Azaparren y Lázaro (Laboral Kutxa), Moreno (Cartagena Patatas Pijo) y Vilarrasa (Electro Hiper Europa) mostraron buen entendimiento alcanzando rápidamente una diferencia próxima a los tres minutos.
El paso por las localidades de l’Alcora, Sant Joan de Moró y Vilafamés antes de afrontar la bajada a la costa no traería cambios en el estado de la carrera. Fue en la Coma, a falta de 50 kilómetros, donde Azparren probaría suerte en solitario, demarrando del grupo de fugados que mantenía una ventaja de 2’20” respecto al pelotón.
El corredor vasco del Laboral Kutxa abría hueco. Al comienzo de la última subida al Desierto (2ª cat.) de esta Volta, el guipuzcoano aventajaba en 1’ a sus tres perseguidores (Narbone, Gerrits y Vilarrasa) que, a su vez, contaban con 1’30” sobre el gran grupo.
La batalla se libraba por detrás con Gomur y Lizarte marcando el paso de los favoritos. Belandria (Mutua Levante) era de nuevo de los más activos, pero el venezolano era incapaz de abrir diferencias considerables respecto al grupo del líder, que rodaba siempre atento en posiciones cabeceras. El paso de los kilómetros iba mermando las fuerzas y la diferencia del primero era ya inferior al medio minuto.
Campeón de España junior contra el crono en 2016, Azparren hizo valer su condición de rodador para consolidar la diferencia y entrar en las calles de Castelló con ventaja suficiente para celebrar la victoria.