Desde que en 2015, en el Tour de San Luis, se diera a conocer al mundo al ganar dos etapas ante el mismísimo Mark Cavendish, el colombiano Fernando Gaviria es uno de ellos. En 2017, sin ir más lejos, ganó dos etapas en San Juan y después fue una de las revelaciones de la temporada al conseguir 14 triunfos, los mismos que Kittel y Mareczko. Entre sus victorias destacan cuatro etapas en el Giro, además de la regularidad y un día con la maglia rosa sobre sus espaldas.
Pese a que solo tiene 23 años, Gaviria ya cuenta con un bonito palmarés. Será, no hay duda, el hombre a batir en las llegadas masivas de la Vuelta a San Juan, que se disputará entre los días 21 a 28 de enero. “Correr en Argentina siempre será especial para mí porque en 2015 allí se me abrieron las puertas del Quick Step. Después, debutar en este país se ha convertido en una tradición que me gusta mucho porque siempre consigo algún triunfo –dos en 2015, uno en 2016 y dos en 2017-, el público es maravilloso y el buen tiempo está asegurado, lo que nos permite empezar el año con el pie justo”.
El año pasado, Gaviria compartió galones en San Juan con Tom Boonen, que preparaba su despedida. “Me siento afortunado de haber sido su compañero”, dice el colombiano del belga. “Ha sido uno de los mejores corredores de su generación y de la historia. Pero, sobre todo, una grandísima persona de la que he aprendido mucho”.
Esta vez no habrá nadie que le haga sombra en el seno del Quick Step, aunque el argentino Max Richeze, al igual que en 2017, cuando ganó dos etapas, podría aprovecharse de la vigilancia a la que todo el mundo someterá al colombiano cuando las etapas se decidan al sprint. “No es fácil ganar en el ciclismo actual”, avisa Gaviria. “Hay que estar bien preparado y tener un buen equipo a tu lado, pero, incluso así, nunca puedes estar seguro del triunfo, aunque confío en continuar con mi buena racha en Argentina y para eso me he estado preparando durante el invierno”.
En San Juan empezará una temporada en la que probablemente debute en el Tour de Francia y en la que intentará ganar la Milán-San Remo, su primer gran objetivo. “Quiero continuar progresando porque todavía no he demostrado todo mi potencial”, explica. “La temporada pasada me ha dado mucha confianza y mucha motivación y confío en seguir siendo protagonista”.
De sus 14 triunfos en 2017, se queda con uno: “La tercera etapa del Giro”, responde sin dudarlo refiriéndose a la meta de Cagliari. “Era mi primer triunfo en una gran vuelta por etapas y además lo logré después de un gran trabajo de todo el equipo”, ya que el Quick Step formó un abanico en los últimos kilómetros que sorprendió a sus rivales. “Mi familia estaba en la meta”, sigue recordando. “Ha sido uno de los momentos más bonitos de mi carrera”, entre otras cosas porque también se enfundó la maglia rosa. Un día redondo.
Tras solo dos temporadas en el pelotón profesional y con 23 años ya cumplidos, lo mejor de Gaviria está por llegar, aunque la flecha colombiana mantiene los pies en el suelo y afirma que “mi sueño se cumplió cuando firmé mi primer contrato con el Quick Step”, con el que tienes dos años más firmados. Su futuro, es obvio, se presenta espléndido: “La temporada 2017 ha sido fantástica, ha sido un año increíble que me da mucha fuerza y ganas de volver a empezar”, algo que hará, como ya ha quedado dicho, en la Vuelta a San Juan.
Fotografías de: Ilario Biondi/Roberto Bettini - Prensa Vuelta a San Juan