El sábado se celebró el GP Ayuntamiento de Valdáliga, carrera de la Copa de Cantabria de 120 kilómetros y con tres pasos de montaña, entre ellos el conocido puerto de Ozalba y San Vicente del Monte, subida donde terminaría la carrera. El Trasmiera-Footon acudió con idea de luchar por la carrera desde el inicio y ratificar así el dominio que ejerce en la Copa cántabra.
Desde el principio el conjunto trasmerano estuvo muy activo para controlar la carrera. Tras la ascensión a Ozalba, José Manuel Gutiérrez, quien fuera segundo el año anterior en esta misma prueba, atacó a falta de cincuenta kilómetros para la meta y logró irse en solitario. A partir de aquí comenzaría la exhibición del corredor cántabro que llegó a tener más de tres minutos sobre el pelotón. Por detrás sus compañeros llevaban a cabo una gran labor para controlar el grupo y ayudar así a que José Manuel siguiese su andadura en solitario.
Con esta ventaja el ciclista del Trasmiera-Footon afrontaba la última ascensión del día para proclamarse vencedor en el alto de San Vicente llegando en solitario a la meta. Por detrás, su compañero Pablo Cosío entraba en segunda posición tras una gran subida final donde dejaba por detrás a todos los integrantes del grupo. Pero además de estos dos protagonistas, Oscar Abad fue sexto, Cruz Collantes entraba en octava posición y era el primer debutante y Javier Sánchez finalizaba décimo. Por tanto cinco hombres del Trasmiera-Footon entre los diez primeros. La escuadra trasmerana se imponía en la clasificación por equipos y Pablo Cosío se alzaba con el premio de la Montaña, la guinda a una carrera perfecta.
El sábado se celebró el GP Ayuntamiento de Valdáliga, carrera de la Copa de Cantabria de 120 kilómetros y con tres pasos de montaña, entre ellos el conocido puerto de Ozalba y San Vicente del Monte, subida donde terminaría la carrera. El Trasmiera-Footon acudió con idea de luchar por la carrera desde el inicio y ratificar así el dominio que ejerce en la Copa cántabra. Desde el principio el conjunto trasmerano estuvo muy activo para controlar la carrera. Tras la ascensión a Ozalba, José Manuel Gutiérrez, quien fuera segundo el año anterior en esta misma prueba, atacó a falta de cincuenta kilómetros para la meta y logró irse en solitario. A partir de aquí comenzaría la exhibición del corredor cántabro que llegó a tener más de tres minutos sobre el pelotón. Por detrás sus compañeros llevaban a cabo una gran labor para controlar el grupo y ayudar así a que José Manuel siguiese su andadura en solitario. Con esta ventaja el ciclista del Trasmiera-Footon afrontaba la última ascensión del día para proclamarse vencedor en el alto de San Vicente llegando en solitario a la meta.
Por detrás, su compañero Pablo Cosío entraba en segunda posición tras una gran subida final donde dejaba por detrás a todos los integrantes del grupo. Pero además de estos dos protagonistas, Oscar Abad fue sexto, Cruz Collantes entraba en octava posición y era el primer debutante y Javier Sánchez finalizaba décimo. Por tanto cinco hombres del Trasmiera-Footon entre los diez primeros. La escuadra trasmerana se imponía en la clasificación por equipos y Pablo Cosío se alzaba con el premio de la Montaña, la guinda a una carrera perfecta. Buen papel en Inguanzo
El domingo se disputó el Memorial Inguanzo, una de las clásicas más importantes del calendario nacional y puntuable para la Copa de España. Hasta Vispieres, lugar de salida, se desplazaron los mejores equipos de España y entre ellos el Trasmiera-Footon. Durante los 160 kilómetros de los que constaba la prueba los hombres del Trasmiera-Footon estuvieron siempre muy activos. Fruto de este trabajo Mario Gutiérrez finalizó en una espléndida undécima posición siendo además el primer sub23 y el primer cántabro. El equipo trasmerano terminó la prueba en el tercer lugar de la clasificación por escuadras, afianzándose como uno de los bloques más potentes del panorama nacional.