Cuando en ciclismo se habla de clásicas se hace referencia a aquellas competiciones ciclistas que duran tan solo un día. Cierto es que la mayoría de ellas se celebran en el norte de Europa y en fechas primaverales. Competiciones muy seguidas por las páginas deportivas cómo es posible comprobar a través de código de betano un lugar para vivir la magia del deporte de un modo más emocionante y atractivo.
Entre marzo y abril se concentran las denominadas clásicas de primavera, competiciones ciclistas con un gran atractivo y competitividad. Una victoria en estas carreras da un gran prestigio para su vencedor por ello son carreras que un buen aficionado al ciclismo no se puede perder.
¿Cuáles son las más interesantes? Son muchas las carreras clásicas de ciclismo de primavera interesantes, a continuación se muestran algunas de ellas. En primer lugar se nombra La clásica Milán-Turín una de las carreras más reconocidas de ciclismo. Una gran carrera donde los velocistas pueden tener una gran oportunidad para obtener una victoria de prestigio. Una de las más reconocidas carreras de ciclismo italianas.
Milán-San Remo otra de las grandes clásicas de primavera en territorio italiano. La llamada la Classicisima es una de las carreras más complejas de ganar por la gran velocidad que se lleva a lo largo de sus 300 Km de recorrido. Además añade una pequeña subida la final, el Poggio de San Remo, en la que solo unos pocos elegidos podrán competir al mejor nivel. Una de las carreras que tiene anotado todo ciclista en su calendario personal.
Una de las grandes características de las clásicas de primavera es el denominado pavés que complica a los ciclistas, la estabilidad y la velocidad encima de la bicicleta. Suelen celebrase en tierras belgas, destaca el Tour de Flandes, una difícil carrera donde parece que se están subiendo muros lo que la hace muy exigente y apta para los ciclistas más fuertes. Una victoria aquí es un gran galardón para cualquier ciclista. En la zona de Amberes se disputa la Scheldeprijs también conocido como el Gran Premio Escalda. Un trazado llano ideal para los grandes velocistas que necesiten añadir victorias a su palmarés.
A continuación, una de las grandes clásicas de primavera, la París-Roubaix. La gran clásica del adoquín un infierno para los participantes. Fuertes ondulaciones del terreno en los primeros 100 kilómetros para luego dar paso al temido pavés y adoquín que marca la gran diferencia de esta carrera. Un gran reto para los más grandes ciclistas que siempre se quieren llevar a casa la victoria en esta clásica.
Otro gran evento ciclista propio de las clásicas de primavera es la conocida Flecha Valona. Es una clásica diseñada para aquellos ciclistas que tenga un gran final en subida. La dureza de esta prueba se focaliza en el mítico Muro de Huy donde se decide el ganador final.
Grandes carreras que forman parte del calendario anual del ciclismo profesional, eventos que ofrecen una gran emoción y la competitividad entre sus participantes.