Gorka Gerrikagoitia (Gernika, 1973) ha comenzado su 21º aniversario en la Fundación Ciclista Euskadi.
Su andadura junto a Miguel Madariaga empezó cuando apenas había cumplido 21 años en el equipo amateur de la entidad, el aquel entonces Olarra. Otros tantos años después capitanea el conjunto continental. Entre medias, seis años de ciclista profesional y 10 de director deportivo, todos ellos en Euskaltel Euskadi.
- ¿Tiene la sensación de que comienza un nuevo proyecto ciclista, cómo aquel que nació en 1994?
- Este nuevo proyecto es un reto ilusionante. Somos la referencia del ciclismo vasco actualmente. En eso, y en llevar el nombre de Euskadi en el maillot, nos parecemos al equipo de 1994, pero ahora la apuesta es diferente. En aquel equipo de los noventa se apostó por gente experimentada para lanzar el proyecto, como Ruiz Cabestany o González Salvador, profesionales con una gran trayectoria. En este caso, la apuesta decidida es por la formación, trabajar con gente joven. Es una gran motivación ayudarles en ese camino.
- ¿Cuál ha sido su primera impresión de esta nueva hornada?
- Tienen muchas ganas de aprender y de escuchar, de dejarse aconsejar, algo básico para formarse adecuadamente. Teniendo en cuenta que en nuestras carreras el uso del pinganillo esta prohibido, la comunicación es muy importante tanto antes como después de la prueba. La actitud es la que esperaba y deseaba, así que en ese sentido, estoy satisfecho.
- El perfil de los ciclistas es diferente al de décadas atrás, imagino que también se notará.
- Es gente joven que viene preparada. Tenemos ciclistas con carreras universitarias, ingenieros… Son jóvenes intelectualmente más preparados que en el ciclismo de antes, en el que había dedicación exclusiva desde edades muy tempranas. Ahora es otro perfil y hay que saber gestionarlo de forma adecuada.
- Ya ha comenzado la competición en Mallorca y Andalucía. ¿Qué tal las primeras pedaladas?
- Ha sido el primer contacto con la competición y lo hemos notado. Las primeras carreras, sin concentraciones previas, con muchas apreturas económicas... Ha sido un invierno muy complicado y se ha notado. Poco a poco iremos mejorando y en Andalucía ya tuvimos un mejor nivel, nos dejamos ver en carrera de una manera digna. Entramos en fugas con Txoperena y Orbe, Mínguez podría haber estado un poco más arriba en la general con un poco de fortuna... Tenemos muchas cosas que ir mejorando, pero la temporada es larga y tenemos tiempo para seguir formándonos y evolucionar.
- ¿Qué calendario les espera?
- Ahora toca Murcia y Almería y luego Volta ao Alentejo. En las dos primeras toca aprender y en la tercera ya se pueden exigir resultados deportivos. Son dos categorías muy diferentes. En las pruebas que disputamos junto a equipos World Tour nos toca aprender, fijarnos en como trabajan las grandes estructuras y formarnos. El nivel es muy alto y nuestra pelea es mostrarnos en carrera y pelear. En Alentejo, donde competiremos con escuadras de nuestra categoría, si que hay que subir el nivel de exigencia en cuanto a resultados deportivos.
- Imagino que habrá notado diferencia tras una década en el World Tour.
- Una vez que estas en el coche en carrera, todo es igual, la labor es dirigir y lo haces lo mejor que sabes. La mayor diferencia es todo lo de fuera de carrera, la infraestructura, las limitaciones de presupuesto para tener más medios. Ahí es donde más se nota el cambio con respecto a otros años.
- Para finalizar, ¿algo que le haya sorprendido gratamente en Mallorca o Andalucía?
- Más que sorprender, lo que nos ha dado mucha alegría es comprobar la gran aceptación que ha tenido el equipo en el mundo ciclista, las felicitaciones del resto de equipos y aficionados por vernos en la carretera. Nos han reconocido el esfuerzo que la Fundación Euskadi hace en favor de la formación, lo tienen en cuenta y te da fuerzas para seguir adelante, para pensar que sí, que todo esto merece la pena. Los grandes equipos saben que necesitan de conjuntos como el nuestro para nutrirse. Con su reconocimiento, valoran nuestro trabajo de formación y es una satisfacción muy grande para la Fundación Ciclista Euskadi.
