El líder de Movistar Team sigue 9º tras la cronoescalada a Polsa, donde Nibali ratifica su maglia rosa a la espera de los dos tapponi de montaña que definirán el top-ten final
Después de tres victorias consecutivas, Movistar Team ha vivido hoy un día más tranquilo en la 18ª etapa del Giro de Italia, una cronoescalada de 20,6 kilómetros entre Mori y Polsa, ascensión de 19 km con cerca de un 6% de pendiente media. El líder de la carrera, Nibali (AST) ha ratificado su maglia rosa con el triunfo parcial en una jornada en la que el jefe de filas de la escuadra telefónica, Beñat Intxausti, se ha defendido para mantener su novena plaza en la general.
El ciclista vasco ha mejorado su prestación de la contrarreloj de Saltara y conserva su posición en la clasificación. Buen papel también el firmado por Herrada, Capecchi, Karpets y Visconti, que mantienen al conjunto de Unzué en la pelea por la general por equipos, siempre con Sky al comando y con Blanco (5:49), Movistar Team (7.01), Astana (7.55) y Lampre (9.59) como alternativas. "Las sensaciones durante la crono han sido buenas -resaltaba Intxausti-, pero lo cierto es que perder 2.50 respecto a Nibali es quizás demasiado tiempo para mí. Lo importante es que seguimos estando delante y mantenemos el puesto en la general. Ahora vienen las dos etapas claves en las que vamos a ver qué recorridos quedan finalmente porque parece que no es seguro que podamos hacer todo. El trazado y el tiempo van a condicionar mucho estos dos días".
La carrera afrontará ahora su díptico decisivo, aunque las condiciones meteorológicas han obligado a modificar el primero de los recorridos previstos. La primera ración, mañana viernes, tendrá 160 kilómetros entre Ponte di Legno y Val Martello, puerto de 1ª categoría al que se arribará tras ascender previamente el Passo del Tonale (km 15) y el inédito Castrin (km 79).
