A la 1 en punto del mediodía, se ponía en marcha el pelotón de la Vuelta a España para completar 190 km entre Ortigueira y A Coruña. 169 corredores tras las bajas de Christian Knees (Team Sky), Haimar Zubeldia (Trek), Tanel Kangert (Astana) y Rigoberto Urán (OPQS), quien se marchaba para casa enfermo después de perder sus opciones de podio.
Un día más, el pelotón no regalaba nada a los fugados. Los equipos de los velocistas preferían que la elegida fuera una escapada reducida, para así poder controlar en un terreno complicado en el que grupos numerosos multiplicarían sus opciones de triunfo. Finalmente fueron cinco corredores pasado el km 25 los que formarían el movimiento del día: Bob Jungels (Trek), Rohan Dennis (BMC), Lluis Mas (Caja Rural), Daniel Teklehaimanot (MTN-Qhubeka) y Elia Favilli (Lampre-Merida).
Desde un primer momento, Giant-Shimano asumió la responsabilidad de perseguir al quinteto. Por un lado, buscando el cuarto triunfo de etapa con John Degenkolb y por otro, tratando que el alemán consiguiera el máximo de puntos en la pelea por el maillot verde. Un doble reto con un mismo fin. Por este motivo, la ventaja de los fugados osciló durante muchos kilómetros entre los 2 y los 4 minutos.
Con 60 km para el final de etapa, Orica-GreenEdge y OPQS situaba a varios corredores en labores de persecución junto a los Giant-Shimano. No sin dificultades, superando un terreno muy quebrado y favorable siempre a la fuga, el pelotón daba caza a los tres últimos integrantes de la fuga: Favilli y Dennis dentro ya del último kilómetro.
En un sprint repleto de fuerza y de vistosidad, John Degenkolb sumaba junto a la Playa de Riazor su cuarta victoria de esta Vuelta a España, ratificando así su condición de mejor velocista de la Vuelta a España.