El deportista extremo asturiano Juan Menéndez Granados inicia hoy en Kultuk, en el sureste de Siberia, la travesía en mountain bike y en solitario del lago Baikal sobre sus aguas heladas. La ruta de sur a norte prevista por Menéndez Granados tiene aproximadamente 650 kilómetros, distancia que quiere recorrer en 15 días, durante los que debiera ser autosuficiente, pues no incluye pasos por puntos habitados en los que avituallarse.
No obstante, Juan Menéndez Granados advierte que será “casi imposible hacer la travesía sin detenerme para reponer víveres”. Durante los últimos 10 días, Juan Menéndez Granados se ha sometido a un intenso periodo de aclimatación desde el campamento base en Kultuk. Entre las experiencias acumuladas en esta fase, Menéndez Granados destaca “lo fácil que es desorientarse y perder el rumbo cuando te adentras en el lago. Aunque en algunas de mis anteriores expediciones, como la travesía de los desiertos de Australia, aunque el terreno era muy monótono, siempre había alguna referencia en el paisaje, por pequeña que fuera, que te permitía ir controlando la dirección. En el Baikal esto no es así, porque en cuanto te adentras en el lago, lo único que te rodea es una superficie blanca, lisa y uniforme sin referencia. Durante uno de los entrenamientos llegué a estar totalmente desorientado y sólo gracias al GPS pude recuperar el rumbo”.
Junto a esta dificultad, el deportista extremo asturiano también destaca lo difícil que resulta rodar sobre las aguas heladas del Baikal cuando nieva. Juan Menéndez Granados explica que el hielo “comparte con el asfalto la dureza, pero la nieve es equiparable al barro, en el que te atascas y sólo puedes avanzar si redoblas el esfuerzo o arrastras el equipo. Si en condiciones normales esto es muy penoso, la dureza se multiplica si además estás obligado a arrastrar un equipo de 80 kilos para intentar garantizar la supervivencia durante las dos semanas que durará la travesía. Durante estos días de entrenamiento me he encontrado con hielo y con nieve, por lo que ya sé que si nieva lo voy a pasar mal o muy mal”.
Las dificultades que presenten las aguas heladas para avanzar puede generar otro grave problema, según reconoce Juan Menéndez Granados horas antes de iniciar la travesía. “Tengo previsto realizar una media diaria cercana a los 50 kilómetros, una distancia considerable si tenemos en cuenta que pedalearé sobre hielo con ruedas provistas de clavos. Si por culpa de la nieve acumulo retrasos en esa media, esto supondrá más día de travesía, lo que es un grave inconveniente si tenemos en cuenta que los alimentos y el material que llevo están muy medidos porque no puedo arrastrar más peso. Por eso, si no cumplo las medias prevista y decido no detenerme para reponer provisiones, puede ocurrir que durante las últimas jornadas me encuentre sin apenas comida o sin gasolina para el pequeño infiernillo con que caliento la comido o derrito hielo para conseguir agua”.
Las bajas temperaturas van a ser otra dificultad a superar. En esta zona suroriental de la gran Siberia, que en marzo todavía puede registrar temperaturas mínimas de -40º C y medias diarias que no suelen superar los -18º C. No obstante, durante estos días de aclimatación, el deportista praviano de 27 años ha experimentado medias de -8, con mínimas de -18. El frío, sin embargo, es un compañero habitual en sus expediciones extremas, como en su travesía desde Helsinki al Cabo Norte en 2008 o su ruta por las ice road (carreteras de hielo) del río McKenzie, en el ártico canadiense, durante 2009.
Juan Menéndez Granados advierte, no obstante, sobre la climatología que mientras en expediciones anteriores podía casi siempre encontrar cierto abrigo por la orografía del terreno, “el hecho de que el lago Baikal sea una inmensa superficie plana te deja literalmente a la intemperie. Por ejemplo, siempre estaré a merced del viento. Si arrecia, no tendré dónde guarecerme, salvo en la pequeña tienda que forma parte de mi equipo. Cualquier percance en esta pequeña tienda, me dejaría en una situación verdaderamente delicada”.Con esta nueva expedición, Juan Menéndez Granados suma un nuevo capítulo a su currículo como deportista extremo. Entre marzo y abril de 2008 recorrió los 2.300 kilómetros que separan Helsinki del Cabo Norte, el punto más septentrional de Europa.
En 2009 su aventura ártica en Canadá le llevó a recorrer más de 1.500 kilómetros por ice roads (carreteras de hielo) en las que tuvo que soportar temperaturas mínimas de hasta -30º C. Además, en su historial deportivo también tiene la ‘Australia Infernal Track’, expedición en la que cruzó el continente australiano de oeste a este a través de sus principales desiertos. Durante los tres meses que duró su aventura australiana tuvo que soportar temperaturas superiores a los 45º C y una escasez extrema de agua. Fue reconocida como la travesía de mayor dificultad realizada de una costa a la otra en bicicleta.Menéndez Granados afronta esta aventura sobre el lago Baikal con el patrocinio de Formastur, Sentido Común Internet, Dispal, Excmo. Ayuntamiento de Gijón, Escuela Universitaria de Turismo de Asturias, Formación Técnica Logística y el Excmo. Ayuntamiento de Pravia.
http://www.juanmenendezgranados.com