Koldo Fernández de Larrea (1981) afrontará el Tour de Langkawi en Malasia apartir del jueves con la confianza de poder aprovechar su oportunidad en lasllegadas masivas, aunque confirma que su papel en el Garmin-Sharp es ser gregario de Tyler Farrar y Andrew Talansky, los líderes del conjunto americano. Sin ganar desde 2010, el ciclista alavés ha recuperado su mentalidad y espera desempolvar su palmarés.
El corredor vasco comenzó la temporada con buen pie en la Challenge de Mallorca.“Mi trabajo fue ayudar a Tyler. Al final fue dos veces segundo, fue una pena que no ganara. El equipo le apoyó al máximo y cada uno hicimos nuestro trabajo lo mejor posible”, resume antes de partir el sábado hacia el Tour de Langkawi.
Su segunda carrera fue el Tour del Mediterráneo, una carrera que el Garmin-Sharpabandonó en la cuarta etapa debido a que los ladrones robaron todas las bicicletasdel equipo, 17, en la ronda francesa. “La verdad es que fue una vuelta bastante caótica. La tercera etapa se suspendió porque faltaba un permiso del gobierno regional. Ese día entrenamos y al día siguiente cuando nos levantamos nos encontramos con el robo. Incluso el coche que puso el equipo delante de la puertadel camión, algo habitual, lo arrastraron y lo movieron para abrir la puerta. La broma fue que se llevaron 17 bicicletas robadas, las ocho de carrera y las ocho der epuesto más la cabra de Talansky. Y todas con el grupo electrónico, el SRM…Calculo que cada una está valorada en unos 10.000 euros. Menuda avería”,confirma.
“Después del robo, volvieron a colocar el coche delante; fue una tomadura de pelo. Otros equipos nos ofrecieron sus bicis. Pero esa no era una buena imagen y además no era algo bueno para los corredores por el riesgo de sufrir una lesión. Decidimos que mejor era marcharnos y se acabó”, explica.
“El equipo y Cervélo se pusieron inmediatamente manos a la obra y en Langkawiya tendremos las bicis nuevas. Por lo menos en casa he podido salir con la bici de entrenar. Eso no ha sido un problema”, concluye al respecto.
Después de una semana de entrenamientos, Fernández de Larrea afronta conconfianza el Tour de Langkawi. “Llegaremos días antes para aclimatarnos alcambio horario y de temperatura sobre todo. Son diez etapas y la verdad es que voy animado. Este invierno he trabajado un poco más en el gimnasio y en pista. Con Tyler en Mallorca me he visto bastante bien, aunque una cosa es ayudar a uncompañero a colocarse y otra esprintar tú mismo. Veremos. Espero tener mis oportunidades porque pienso que lo puedo hacer bien. Hay otros equipos WorldTour como Omega, Astana, Orica y Blanco así que creo que la carrera estará muy controlada”, resume.
Sin levantar los brazos desde 2010, espera romper esa sequía de triunfos. “Sí queme gustaría volver a ganar alguna carrera. Después de un año de muchas caídas(2011), cambió mi mentalidad y el año pasado me centré en mejorar en la montañay dejé de lado los esprínts. Este año he vuelto un poco a lo que era, a trabajar máscara a los esprínts con el objetivo de conseguir alguna victoria y también para conseguir los famosos puntos”, aclara.
Ahora bien, sabe que su papel en el Garmin-Sharp es el ayudar y trabajar por los demás. “Tyler (Farrar) es uno de los líderes del equipo y, además, es americano. Yotrabajo sin problema, sabía a lo que venía a este equipo. Con Talansky también meune una buena amistad desde la Vuelta a España y tiene bastante confianza en mí. Mi trabajo, y por el que me pagan, es estar con ellos. Es nuestra profesión, se tratade hacerlo lo mejor posible y luego de aprovechar las oportunidades”.
Un cambio de rol, de líder en las llegadas con el Euskaltel-Euskadi a gregario en el Garmin-Sharp, que ha asumido con naturalidad. “No me ha costado en absoluto,para nada. Y puedo decir que a veces me ha venido hasta bien. Las fuertes caídas me habían cambiado la mentalidad como he dicho antes y también me quita un poco de presión. Me hicieron recapacitar y ver las cosas de diferente manera. Sobretodo, fueron los primeros meses y ahora que ya ha pasado un tiempo está más o menos olvidado. Eso sí, en las llegadas hay que ir con cuidado y respeto; hay quemeterse sin miedo pero no a lo loco. Por encima de todo, se trata de hacer lo que te manden. A todos nos gusta tener nuestro momento de lucirnos y espero poder aprovechar las oportunidades”, subraya.