La Transpy ha sido una aventura sobre ruedas, su formato de largas etapas, con tramos de crono, durante siete días, no te permite salir a tope. Se trata de trazar un plan para economizar fuerzas y terminar cada etapa, dar todo en los tramos cronometrados y saber que mañana hay más.
Desde Roses ya ves la magnitud de la organización, sabes que será muy duro, pero ellos gozan de recursos para hacértelo muy fácil. Cualquier cosa que te pueda faltar te la facilitan, desde luces a monodosis de vaselina. Puedes contratar mecánicas, masajes, transportes, hoteles, zona de acampada común, chófer. Pagando, puedes tener de todo y te prometo que lo necesitarás, porque con dar pedales ya es suficiente, necesitarás llegar a meta, que te den un masaje, te recojan la bici, ducharte y cenar todos juntos en familia en el Camp, sin tener más preocupaciones.
Un 10 aniversario Transpyr y un proyecto solidario tressis a la par, hace posible que un montón de personas solidarias y con muchas ganas de demostrarle al mundo que si les dices cómo ellos pueden, que si les das tu mano ellos la agarran y van donde les lleves .Estos chicos me han robado el corazón, siempre con una sonrisa, dándote más ánimos que tu a ellos, nada como ver sus caritas al llegar a meta o cuando se daban relevos, su abrazo es más cálido del mundo.
Mi Transpyr ha sido una lucha contra las adversidades, miedo a los km, a las cronos, a poder un día tras otro acumular el cansancio y poder continuar. Para mi tranquilidad mi pareja de baile ha sido Joseba León, me conoce como nadie y sabe cuáles son mis límites y hasta donde me puede forzar.
Arrancamos la 1ª etapa, donde no queremos ir muy lentos para calentar y hacer una buena crono donde lo damos todo, llegar a meta y verte líder fue una pasada, porque aunque el León dice que pasa de todo, fue el primero en ir corriendo a ver los cronos ….. solo 30 sg dice sorprendido¡¡¡ esta pareja es buena. Vamos que si era buena. El 2º día la crono es de salida y nos desvela que en los descendemos Meg, es una super clase del Dh y enduro a nivel mundial, aun así seguimos lideres. La 3ª etapa marcada por el frío y las hipotermias marca un antes y un después, lo pase fatal, con el estómago congelado y el cuerpo paralizado, caldo y calor para recuperar la vida en mi cuerpo.
4ª y 5 etapa entorno a la preciosa zona de Ainsa, las subidas exigentes los descensos son increíbles y muy técnicos, qué gozada madre mía, ya las manos no aguantan las frenadas y los desniveles,yo sufro muchísimo llegando extenuada a fin de meta. Ya ni el gps levantó cabeza, gracias a la organización que nos pudo prestar uno para salir al día siguiente. Las distancias son insalvables y decidimos hacer una 6 ª etapa de 132 tranquilos, parando más de lo normal, agrupándonos con la gente y divirtiéndonos haciendo el chorra, entre risas y charletas, escuchando las aventuras que cada uno ha pasado los días anteriores y viviendo una Transpyr distinta y disfrutona. La 7 ª parecía fácil y se hizo durilla, frio, mucho barro, cansancio acumulado y sin gps, buscando gente con la que poder hacer los tramos porque íbamos a ciegas, hacemos una crono a full, hasta donde nuestras fuerzas nos dieron cancha y parada para esperar a los amigos agruparnos llegar a Hondarribi con una sonrisa en la cara y feliz de haber terminado esta aventura.
Me quedo con una semana donde todo han sido risas, buen ambiente, compañerismo. Donde volver a competir por parejas con un viejo amigo ha sido muy divertido. Donde convivir en el Camp y conocer a gente nueva te recuerda lo maravilloso de estos eventos. Enamorada de la experiencia.
Crónica de Mónica Carrascosa, corredora del BZ Team.
Gracias a los patrocinadores del BZ Team: Faster Wear, Jaime Llorente, Navali, Luck, Eubottle, Rifyl, Suomy y NRC y la organización de la Transpyr Coast to Coast por ayudarnos en esta aventura.
