Hay máquinas que se inventaron para trascender. El siglo XIX se caracterizó por la fabricación de diversos artefactos que han evolucionado notablemente gracias a la tecnología. Para confirmarlo, basta visitar sitios online de slots en España, observar la telefonía móvil que forma parte de nuestra cotidianidad, el cine digital o las bicis de última generación.
Desde sus orígenes estas máquinas han sido populares e incorporado la tecnología en boga. Por ejemplo, entre las últimas novedades del ciclismo, está el progreso hacia llantas con memoria de forma (SMA), que no usan aire y por ende no se ponchan. Dicha optimización, proviene de la incorporación de los avances logrados por la NASA en el diseño de los vehículos usados en marte.
La tecnología siempre repercute en los usos y costumbres. Sin embargo, en esta interconectada era digital el impacto es permanente. La tecnología crece de manera exponencial y las innovaciones en las áreas más predilectas y de mayor consumo son una constante. Las empresas compiten por presentar mejores y avanzados productos, de manera de capitalizar el mercado, así como captar y conservar clientes y usuarios.
Siglo XIX y su cadena de inventos e innovaciones
La bicicleta, las máquinas tragaperras, el teléfono, el cinematógrafo, el automóvil, el avión, la máquina de escribir, el fonógrafo, entre muchísimos inventos más, pudieron ser producidos en la segunda mitad del siglo XIX a partir de la tecnología derivada de la 2da revolución industrial. Por lo general, los avances y logros de una creación eran incorporados o superados en las siguientes invenciones.
Todos estos inventos causaban fascinación en una sociedad que veía ante sus ojos la posibilidad de acceder al uso de máquinas para su disfrute, contrariamente a lo que sucedía en las fábricas, estos artilugios del progreso estaban bajo su control. Tal es el caso de las famosas tragaperras y de las bicicletas, aparatos que estaban a la mano de los encantados consumidores de esa época.
Estas creaciones emergen a causa de diversos factores propios del mundo industrializado. La novedad que significaba, las desinhibiciones sociales que suponía, las posibilidades de producción en serie y la creciente accesibilidad, hicieron, en un momento de grandes cambios culturales, que los slots y las bicicletas, fuesen muy populares y que generaran (y generen aún) grandes ganancias. Por ende, la inversión en tecnología ha sido constante, se busca competir en perfeccionamiento para conquistar el mercado.
Una práctica y útil obra de tecnología
En 1890 la bicicleta sustituye al peligroso biciclo que contaba con una gran rueda delantera. Centrada en el factor seguridad, su comercialización logró un enorme crecimiento de usuarios. Este nuevo equipo contaba con ruedas neumáticas más cómodas y cadena de transmisión. Desde ese momento hasta la actualidad sus mejoras y perfeccionamiento han sido permanentes.
Los progresos y mejoras de las bicicletas son extraordinarios, infinidad de empresas desarrollan productos, estudian y aplican mejoras, integran elementos. Una clara muestra de ello, lo proporciona Shimano en su centenario (empresa creadora del sistema de cambios sincronizados en 1985) con una presentación virtual de 100 productos icónicos vinculados al ciclismo, como resultado de la evolución tecnológica aplicada por su industria durante un siglo.
En materia de modelos y variedad compiten con la multiplicidad de diseños de las divertidas y pintorescas tragaperras. Desde sus orígenes ambas, en sus distintas versiones y alcances, han incorporado la tecnología y se han adaptado a la moda, los gustos y tendencias que predominan en la sociedad.
En evolución y progreso permanente
Las bicicletas constituyen una obra de tecnología muy práctica. Parte de la genialidad de la bicicleta es el uso de nuestra propia energía corporal para transformarla en energía cinética y generar el movimiento de la máquina. Ello proporciona miles de ventajas, pero resaltemos tres: permite un desplazamiento rápido, es una energía eficiente que no contamina el ambiente y es beneficioso para la salud. Esas razones han hecho que en los últimos tiempos se valore con tanta relevancia el uso de bicicletas en España y el mundo entero.
Sin consumir enormes cantidades de fósiles y, por ende, sin generar contaminación las bicicletas son un excelso medio de transporte y están consideradas las máquinas más eficientes. Gracias a la potencia de sus músculos aplicada a los pedales, una persona puede convertir el 90% de su energía en energía cinética. De este resultado han derivado infinidad de otros inventos centrados en la energía al pedalear.
Por supuesto, al evolucionar y transformarse la bicicleta, los pedales, los sistemas de transmisión, las ruedas, el cuadro e infinidad de detalles también han progresado. Un sencillo detalle como el del pedal automático, significa un efecto positivo en seguridad y en rendimiento. Parece increíble que el solo hecho de tener el pie anclado y fijo al pedalear, sea capaz de generar mayor potencia. Así son las innovaciones, en oportunidades van sumando detalles, en otras producen un enorme salto en las transformaciones.