Gracias a los patrocinadores del BZ Team por poder ayudarnos a seguir disfrutando en las carreras: Faster Wear, Jaime Llorente, Navali, Luck, Eubottle, Rifyl, Suomy y NRC.
Aún no se ha celebrado la mítica prueba de Igualada, cuando algunos ya nos hemos dado otra Volcat. Ha sido en un pequeño pueblo girones llamado Calonge, con dos espectaculares etapas y más de 500 participantes. La 1° edición de la Volcat CostaBrava viene respaldada por el Club Ciclista BaixTer y la herencia de la extinguida Empordà Extrem, que vuelven a reunir fuerzas junto a Ocisport para crear una prueba nueva con mucho encanto.
Pero vayamos al grano, empezaré por un detalle que lo dice todo: El recorrido de la segunda etapa (y casi el de la primera también) contiene un 0% de asfalto. Esto es algo de lo que pocas pruebas en el mundo puedan presumir. Ni un solo coche, ni un solo pueblo, ni una farola, ni un metro cuadrado de cemento. 100% naturaleza. Puede parecer muy bonito, pero para evitar tocar carreteras hay que diseñar un recorrido muy retorcido, lleno de sorpresas y cambios bruscos. Este tipo de aventura tiene que gustarte. Hay que mojarse los pies cruzando ríos, arañarse los brazos atravesando zarzales, y echarse la bici al hombro para llegar a zonas no aptas para cualquier ciclista. Digamos que no es una prueba para estrenar unas flamantes suelas de carbono. Me encanta, a esto yo le llamo auténtico mountainbike.
Otro detalle que presencié en la Volcat CostaBrava: Tal vez insignificante para algunos, pero un detalle que debería afectarnos a todos los bikers para siempre. Justo antes de la salida, con la cadena tensa y a punto de dar el primer golpe de pedal, el simpático locutor detiene la cuenta atrás para lanzarnos una advertencia con tono de voz amenazante: -Terminantemente prohibido arrojar ningún envoltorio bajo pena de expulsión, no pudiendo alegar que ha sido de manera involuntaria!!-. Tal vez no seas ecologista, pero has de concienciarte de lo difícil que es convencer a las autoridades pertinentes de que nos dejen pasar por senderos remotos. Senderos creados o conservados con el esfuerzo de un Club, y que acabarían desapareciendo si denegaran los permisos a este tipo de pruebas.
Mas detalles: A pesar del correcto marcaje, hubo un instante en un cruce decisivo en el que no había balizas (probablemente por sabotaje de algún caminante malhumorado). Afectó más o menos a los 30 primeros, antes de que una moto de la organización lo resolviese. A mí apenas me tocó esperar dos minutos mientras llegaba otro participante con GPS, que aproveché a beberme tranquilamente un botellín mientras observaba a mis rivales desesperados tratando de interpretar las huellas en el suelo. Pero me sorprendió mucho lo comprensivos que fueron los corredores de cabeza, casi sin inmutarse aceptan que esto es parte de este bonito deporte.
Ya en la zona de meta el despliegue de medios es el mismo que en la Volcat UCI original, todo muy profesional. Una de las cosas que los demás organizadores deberían aprender de las Volcats, es del acondicionamiento de una agradable zona de acampada donde nos juntamos con autocaravanas, campers, o furgonetas como la mía, camperizada con plásticos y cartones. Se genera buen ambiente y este tipo carreras se convierten en experiencias inolvidables. Pero cuidado, que no se te vaya la pinza con lo de las experiencias inolvidables, como le ocurrió al dorsal 879 que entró en meta esprintando, hizo un derrape, tiró la bici al suelo, y delante de todos le pidió matrimonio a su mujer con anillo y todo…
Una experiencia tan bonita que casi se me olvida mencionar a los campeones. Jose Dias (DTM Racing) en hombres y Noemi Moreno (IronTech) en mujeres se llevan el titulo de la 1°edición de la Volcat CostaBrava, una prueba tan competitiva como las demás, pero con un toque aventurero superior al resto.
Crónica de Joseba León, corredor del BZ Team