Sabemos de los beneficios que nos aporta la práctica del ciclismo, pero no solemos tener mucha información sobre los aspectos negativos que también conlleva nuestra afición favorita.
Todos apreciamos cuando ciclamos por carretera las irregularidades del asfalto y cuando llevamos un buen rato sobre nuestra montura, en ocasiones comenzamos a notar un cierto malestar en nuestra zona lumbar, que es debido a las vibraciones que nos transmite el propio terreno sobre el que circulamos.
El ciclismo expone a sus practicantes a todo tipo de vibraciones (WBV-Whole body vibration), término genérico que se utiliza cuando las vibraciones (oscilaciones mecánicas) de cualquier frecuencia se transfieren al cuerpo humano. Hay numerosos estudios médicos que afirman que la exposición a estas vibraciones (WBV) aumentan el riesgo de dolor lumbar, degeneración espinal y diferentes tipos de lesiones.
Hay una amplia gama de formas de reducir la vibración, tanto en la parte delantera, como trasera del cuadro. De hecho, ya hay muchos ejemplos en el mercado como por ejemplo: Specialized Future Shock, la horquilla Lauf Grit, el sistema de Pinarello EDSS, y cuadros pivotantes como: Trek IsoSpeed o Cannondale Kingpin, además de tijas con elastómeros y sistemas de suspensión.
Sin embargo existe un estudio preliminar que pone en duda que estos sistemas consigan minimizar el efecto de la vibraciones, realizado por Tim Holsgrove y su colega Philip Edwards, que ha sido recientemente publicado en el Journal of Sports Sciences bajo el título “Thunder road - vibración de todo el cuerpo durante el ciclismo de ruta y el efecto de diferentes diseños de tijas de sillín para minimizarla”.
Este estudio preliminar cuantificó el WBV en ciclistas de carretera de acuerdo con la norma ISO 2631-1 y determinó la eficacia de dos tijas de sillín diseñadas para minimizar la vibración, en comparación con una tija de sillín de aleación de aluminio. Se utilizaron sensores para medir la raíz cuadrada media de la aceleración, la frecuencia ponderada basada en un período de referencia de ocho horas, el valor de dosis de vibración (VDV) y la transmisibilidad.
La conclusión: “El ciclismo de ruta produce un WBV sustancial, y no hubo evidencia de que las tijas de sillín diseñadas para minimizar las vibraciones lo hagan con éxito”. No obstante los propios investigadores indican en este estudio, que aún falta mucho por conocer en este terreno y que hay que profundizar en el análisis de la tipología de los cuadros, sus espesores, su construcción, además de elementos como ruedas y sobre todo neumáticos y sus presiones.
Sin embargo, apuntan que ya han avanzado algo en el terreno de los neumáticos, sus medidas y presiones, y todo apunta a que tampoco hay mucha diferencia en cuanto a minimizar las vibraciones, el que vayamos con neumáticos más anchos y con menos presión. Estaremos atentos a los nuevos estudios que se están preparando relacionados con este tema.