Los pioneros de esta 1ª edición, que mantiene inscripciones abiertas hasta el 1 de junio, afrontan 1.100 kilómetros y 20.000 metros de desnivel positivo en 8 etapas
La Transpyr Road, la versión en bicicleta de carretera de la popular Transpyr Adventure, se estrena este año con un recorrido de 8 etapas que enlazan Roses con San Sebastián. El itinerario discurre por carreteras locales y pistas asfaltadas, y cuenta con 48 puertos de montaña. Aunque a la llegada a las metas no se registrará el tiempo empleado en cubrir cada etapa sí que se cronometrarán algunos tramos cada día, para que los participantes con ganas de competir y ponerse a prueba puedan exprimirse al máximo.
En función de la etapa se trata de un solo tramo, o máximo dos, de unos 35 kilómetros de promedio en los que se tomarán los tiempos de forma individual, y estos serán acumulados. Con casi 140 kilómetros de media por cada etapa los pioneros de esta primera edición deberán escoger su estrategia, rodar en grupo para ahorrar fuerzas, rodar individual para disfrutar la magia de los Pirineos, concentrarse solo en los tramos cronometrados o, incluso, pararse en los cafés típicos de los pueblos por los que se pasa y de los cuales informará la organización. Hay que tener en cuenta que Transpyr Road circula por carreteras abiertas al tráfico y la seguridad de los participantes es la primera prioridad.
La prueba se inicia en Roses el 6 de julio con la etapa más larga y de mayor desnivel acumulado de subida, para llegar a Camprodon después de 7 puertos de montaña. Al día siguiente, la etapa reina, con el durísimo ascenso al Coll de Pradell, con más de 1.000 metros de desnivel, rampas del 20% y varios kilómetros con pendiente media del 15%, con un paisaje pirenaico espectacular y llegada a La Seu d’Urgell. La tercera etapa cuenta con dos tramos de crono, con el puerto del Cantó, por el que ha pasado la Vuelta a España y la Volta a Catalunya en numerosas ocasiones. El cuarto episodio, que llevará al pelotón hasta Aínsa, está considerado como sorpresa por su recorrido majestuoso Cañón de Añísclo en el Parque Nacional de Ordesa, y llegada a Jaca. La sexta etapa discurre por los valles occidentales aragoneses, con ascenso en la Piedra de San Martín, que en 2007 vio pasar el Tour de Francia. En la penúltima etapa se hace en puertos desconocidos y solitarios. Al día siguiente, etapa por el una pequeña incursión a Francia y cuenta con uno de los descensos más bellos de la prueba. Finalmente, la llegada a San Sebastián se completa con una dura etapa de 8 puertos.