La Vuelta, dadas las circunstancias sanitarias actuales, quiere eliminar el proceso de firma en el inicio de las etapas. El proceso de firma es clave, un trámite de carácter obligatorio en la competición, conllevando una sanción en caso de que el corredor no realice el proceso de registro antes de realizar la etapa. Para evitar la manipulación física de bolígrafo y papel, este año, de la mano de Movistar, el proceso de control se va a realizar mediante el uso de tecnología de reconocimiento facial.
La tecnología de reconocimiento facial implantada por Telefónica Ingeniería de Seguridad, es una de las medidas más eficaces que ofrece Movistar, a sus clientes para el control de la pandemia, ya que permite la identificación de personas sin contacto y manteniendo la distancia de seguridad.
El sistema de reconocimiento facial es una aplicación dirigida por ordenador que analiza las características físicas de una persona para identificar quién es. El programa detecta al usuario, estudia los detalles y verifica si está autorizado a acceder a cierto lugar o a cierta información.
Este sistema, que también dispone de medición de temperatura corporal, en esta ocasión servirá para captar la imagen del ciclista, y a través de un innovador algoritmo de reconocimiento facial, mostrar en las pantallas del escenario del control de firmas los datos del competidor correspondiente. De esta forma, se elimina el contacto en el proceso de control de firma de cada inicio de etapa y así el riesgo de contagios entre los ciclistas. Por primera vez en la historia, se empleará este tipo de innovación tecnológica en La Vuelta y será de la mano de Telefónica Ingeniería de Seguridad.
Movistar, partner de telecomunicaciones de La Vuelta impulsa el uso de la tecnología como herramienta de ayuda en los retos deportivos en los que participa. En la actualidad los ciclistas del Movistar Team hacen uso del big data para un seguimiento en tiempo real de los entrenamientos. Conocer los niveles de esfuerzo de los ciclistas aplicados a variables como el trazado, la dificultad de las etapas o el ritmo cardíaco supone una herramienta infalible para lograr el máximo rendimiento de un equipo.