El alavés presentó este jueves en victoria su nueva equipación SPIUK para lo que resta de una campaña 2017-18 donde ya ha logrado seis podios
Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) atendió un otoño más a los medios de comunicación en la sede vitoriana de Cafés La Brasileña para presentar su proyecto deportivo y de patrocinio en esta temporada 2017-2018. Larri desveló a su vez la principal novedad de este arranque de calendario: una equipación en tonos amarillos y negros -un contraste con el predominante rojo de campañas anteriores- que lucirá por los circuitos de Europa a partir de este mismo domingo (14.30h; UCI / YouTube), con su segunda participación de la campaña en Copa del Mundo en Bogense (Dinamarca).
“El cambio de colores en la nueva MMR que estamos montando me ha permitido dar un cambio a la imagen que ya venía deseando desde hace tiempo”, comentaba el vencedor del pasado sábado en Arbulo, dando gracias al apoyo de sus patrocinadores. “Muchos de nuestros patrocinadores llevan toda la vida, como aquel que dice: Spiuk, Campagnolo -que regresa con nosotros-; Lizarte, con quien compito en carretera; Zuiako Udala, que para mí no es un patrocinador sino mi vida entera como zuyano que soy; Urteaga, Ciclos Carreras, Cafés La Brasileña o Maxim. Pero también los tenemos nuevos: Fundación Vital se ha decidido a apoyarnos este año y Koba Cycling también suma desde 2017 para que sigamos peleando doce años después del debut. Es un honor seguir en lo más alto de esta disciplina con su empuje“.
“Esta temporada la hemos planteado de manera algo diferente: queríamos seguir haciendo toda la Copa del Mundo en Europa, pero preferíamos no pasar tanto tiempo en el extranjero y sí correr más en Euskadi para llegar mejor a diciembre, enero y febrero, que es donde se juegan los objetivos importantes. Tenemos además el aliciente de que el Campeonato de España, que esta vez se disputa en casa, en Legazpi, me da una opción más de lograr el sexto título y entrar en la historia con los mejores. No me obsesiona y soy consciente de que me quedan pocas oportunidades, pero sería bonito conseguirlo. No me meto presión con ello y lo tengo solo como una aspiración máxima, una gran ilusión. También pensamos en el Mundial: el 16º puesto de Bieles en enero pasado dio sentido a muchos años de esfuerzo y pelearemos en Valkenburg por estar lo más cerca posible de ese resultado“.
“Ahora nos marchamos a esa doble cita de Copa del Mundo con las mismas aspiraciones que en Koksijde en octubre. El nivel es altísimo y un puesto entre los 30 primeros ya es un resultado muy razonable para mí; lo que nunca faltará, desde luego, es la máxima implicación para llegar lo más lejos posible. Bogense será un circuito totalmente nuevo para todos y una buena forma de conocer el Mundial que se celebrará allí en el futuro. Zeven (Alemania), la semana que viene, será otro hueso duro de roer. Vistas las últimas pruebas que he disputado aquí en Euskadi creo que podemos ir un punto por encima de lo que se vio en Bélgica, pero nada es sencillo en pruebas como estas del más alto nivel”.
