Una serie de complicaciones en la salida de la Copa del Mundo de Koksijde (Bélgica), primera de esta temporada para Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk), impidieron al pentacampeón de España cumplir el objetivo que inicialmente se había marcado -un puesto entre los treinta mejores- y le llevó al 36º puesto, a 6’47” de un dominante Mathieu Van der Poel (NED). La arena y las dificultades técnicas de un trazado donde llovió de manera intermitente en las horas previas a la carrera volvieron a deparar un día muy duro para el de Ametzaga, en puestos muy similares a los de la mayoría de sus salidas al máximo nivel el pasado invierno.
“La conclusión que uno puede sacar, en conjunto, de todos los españoles que hemos venido a competir aquí, es que el nivel es bastante parejo entre nosotros pero cuando venimos a circuitos de tanto rodar, donde los belgas y holandeses saben aprovechar tanto su físico, la desventaja sigue siendo muy grande y hacer buenos puestos está tan caro o más que otros años“.
“Yo por mi parte he acusado un percance de salida y un pequeño ‘tapón’ en las dos primeras vueltas, con algunos corredores que tenían menos ritmo que yo pero a los que en secciones técnicas no podía pasar. Cuando los he rebasado ya me he visto muy solo y no había mucha opción de remontar. De hecho, he llegado hasta los Boulo, Godrie o Van der Meer prácticamente a falta de dos vueltas. He tenido un buen ritmo de paso en la segunda mitad de carrera pero cuando he querido alcanzar el grupo del top-30 ya no había mucho que hacer ni tantas fuerzas para pelear“.
“Por quedarnos con lo positivo, hay que remarcar que esas velocidades a mitad de carrera, cuando ya hay más desgaste, han sido buenas y que por tanto la preparación sigue yendo por buen camino. Toca trabajar y, sobre todo, aprovechar las últimas semanas de buen tiempo que nos queden en Euskadi para hacer todo lo que en el invierno ‘real’, cuando empiece el frío, no tendremos tan fácil“. La próxima cita de Larrinaga será en casa de SPIUK, el próximo sábado 28, en Llodio (Álava).
