MATERIAL La escasez de piezas y recambios incrementa los costes

Los precios disparatados llegan también a las bicicletas

Los precios disparatados llegan también a las bicicletas

Todo el mundo sabe que esta década no está siendo, de momento, precisamente fácil. A todo lo que ya conocemos (y que no vale la pena volver a nombrar en estas líneas) se ha unido un conflicto armado, una inflación galopante y un incremento del precio de todo. Hasta ahora, parecía que la escasez de suministros afectaba únicamente a coches y a cosas como videoconsolas y tarjetas gráficas, con las que disfrutar de los estupendos gráficos en los casinos que nos ofrecen en https://www.bonusfinder.co/bono-casino. Pero no, durante 2021 hemos asistido, además, a un aumento de precios considerable en el mundo de las bicicletas. 

Y es que el atasco que hay en piezas procedentes de la fábrica del mundo, China, ha provocado un montón de retrasos en los encargos, y eso ha hecho que muchos pedidos se hayan quedado en el aire durante bastante tiempo, incluso meses. No es raro tener que esperar, a día de hoy, más de medio año para recibir un coche nuevo tras comprarlo. Por lo tanto, tampoco debería sorprender demasiado que comprar una bicicleta nueva, sobre todo si es de alta gama, sea una auténtica odisea. De momento, se han dado pasitos como reducir el tipo de IVA de ciertos productos, entre los que entran las bicis. Pero no parece ser suficiente. 

El tema es que hace no demasiado tiempo, gastarse una cantidad importante (en torno a los 3000 euros) era sinónimo de una bicicleta de enorme calidad. Ahora esa bicicleta de medio millón de las antiguas pesetas sigue teniendo un cuadro de carbono, sí… pero viene acompañada de multitud de componentes de baja o ínfima calidad. Es decir, estamos pagando más dinero por menos prestaciones. Y esto no pasa únicamente en las bicicletas de alta gama, por supuesto. Hace tan solo un par de años, cualquiera que se tomara el deporte con un mínimo de seriedad y quisiera una bicicleta que le durara mucho tiempo podía obtenerla por un precio de alrededor de 1000 euros. Ahora… en fin, es complicado obtener una MTB decente por ese precio. ¿La propuesta alternativa? Esperar, o gastar más dinero adquiriendo un producto de peor calidad. 

¿Hay solución a corto plazo? 

La verdad es que el asunto es complicado, porque aparte de la escasez de piezas se suma que el precio de los contenedores marítimos (la mayoría de las mercancías se transportan por mar) está a niveles estratosféricos. Hemos asistido a un incremento de precios general por parte de los principales fabricantes del mundo, de entre un 10 % hasta prácticamente un 25 % en algunos casos. Pero, aparte de la escasez de componentes y el elevadísimo precio de los contenedores marítimos, ¿por qué siguen subiendo los precios? 

Bueno, pues es fácil: porque la gente los paga. Pocos deportes hay más sanos y que provoquen mayor satisfacción que el ciclismo. Por ello, estamos viviendo un “boom” sin precedentes de este deporte, igual que pasó hace años con el running. Si bien el enorme aumento en la venta de bicicletas durante los últimos dos años hizo que este sector se viera mucho menos afectado por la crisis que otros, provocó otro problema: el incremento de la demanda hizo que la producción no diera abasto. 

Ahora bien, no sabemos realmente si esto durará mucho tiempo (recordemos: hay que esperar más de medio año para obtener una bici nueva de alta gama) o si es únicamente algo puntual. Lo que sí tenemos clara es una cosa: si deseas comprarte la bici de tus sueños durante este año 2022, te va a tocar preparar la cartera.

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