Mal día para la selección en el Tour de Azerbaiyán –en el transcurso de la segunda etapa, disputada entre Baku e Ismalli, sobre 183 kilómetros- ya que la táctica prevista para que Carlos Barbero llegara al final con opciones no dio resultado.
“La etapa tenía un puerto a mitad de recorrido y la idea es que Barbero se metiera por delante para no pasar apuros de cara al final”. Y el burgalés se metió, junto a Oscar Hernández y Jon Ander Insausti, en una fuga de 22 corredores que contó con el beneplácito del pelotón, alcanzando casi los diez minutos.
Desgraciadamente Insausti acusó la subida a causa de un resfriado que viene padeciendo y Barbero no pudo aguantar entre los mejores cuando el grupo cabecero se rompió en pedazos, y Hernández terminaría también cediendo.
Al final solo cinco ciclistas en cabeza y de entre ellos saltaba el ucraniano Sergiy Grechyn (Torku), para llegar en solitario y vestirse como nuevo líder. A 51 segundos lo hacían Oleksan Surutkovich (Synergy Baku), Bakhtiya Kozhatayev (AS2), Damien Monier (Bridgestone) y Ricardo Vilela (Efapel).
Hernández era el mejor de la selección, en el puesto 16, pero a 7-58, por delante de Barbero, en el puesto 19, a 9-51. Francisco Medina y Juan Carlos Riutort (60 y 63) cedían 12-04 e Insausti, 16-27 (87º). El valenciano es también el mejor en la general, en el puesto 14, con idéntica desventaja sobre Grechyn, mientras que el del equipo Euskadi es vigésimo.
Pero peor aún le fue a Diego Rubio, que sufría un inoportuno pinchazo antes de la subida que le hizo perder muchísimo tiempo en meta: 17-01 (94º). “Ha sido una pena, porque el equipo está funcionando muy bien y en una carrera con muchísimo nivel se les ve a todos muy centrados”, se lamenta el seleccionador.
Mañana viernes, se afrontará la tercera jornada,Gabala–Oghuz–Shaki–Gabala, de 165 kilómetros, más propicia para otra llegada en grupo, “y con una llegada que pica para arriba que le puede ir muy bien a Barbero”, apostilla Momparler.
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