Tras seis días de intensa competición, los ocho olímpicos españoles en pista regresaron ayer a sus casas, lo mismo que el seleccionador nacional, Juan Martínez Oliver que ya lejos del ‘Velodrome’ nos hace balance de la participación nacional en estos Juegos Olímpicos de Londres.
Un balance que pasa por esa sexta plaza en la persecución por equipos, la novena de Eloy Teruel en el omnium masculino, la décima de Juan Peralta en el keirin, la decimotercera de Leire Olaberria en el omnium femenino, y la decimosexta de Hodei Mazkiarán en la velocidad.
Persecución por equipos: “El objetivo que me había marcado desde que entré como seleccionador era bajar de los 4 minutos en esta prueba y lo hemos conseguido. Los últimos compromisos como Mundial y Juegos han mostrado esta línea ascendente, paso a paso, que ha culminado con la mejor marca en Londres. Y ahora vista con la perspectiva de los días que han pasado es cuando se ve que no ha sido un tiempo fácil y que costará tiempo bajarlo, sobre todo si es a nivel del mar. La mejor lectura que podemos hacer es que se ha reunido un grupo de seis corredores muy parejos, con un gran nivel y que aún tienen tiempo por delante para mejorar en la mayoría de los casos. En cuanto al puesto, quizás sepa a poco pero es un gran resultado ya que el nivel es altísimo, sobre todo en pruebas como ésta, ya que solo se clasificaron diez selecciones”.
Omnium masculino: “Sinceramente esperaba un poco más, ya que estamos hablando de un corredor que había sido cuarto en el Mundial hace dos años. Por ello pensaba que su puesto natural estaba entre el cuarto y el sexto, pero que si alguno fallaba, podía dar la campanada y acabar en el podio. Desgraciadamente no ha sido así. En las pruebas de fondo Eloy ha vuelto a demostrar que ha sido uno de los mejores, aunque las carreras no fueron fáciles. Pero la eliminación volvió a atravesársele y se ha demostrado que es una prueba que te saca de los puestos de cabeza si fallas”.
Keirin: “El sistema de competición del keirin en estos Juegos era mucho más fácil que en un Mundial o en una Copa del Mundo, y a poco que te salga bien la carrera de semifinales, te plantas entre los seis mejores. Eso era lo que esperaba con Juan, peor no hubo opción, por lo que tuvo que disputar la final B y acabar décimo, que no es mal puesto pero esperaba algo más. De todas formas, es un corredor joven que si nos dicen hace dos años que iba a estar en Londres lo hubiéramos tomado como una broma. Sus Juegos son los de Río y en este sentido la experiencia de Londres le vendrá muy bien. Es un corredor con mucho futuro, que va evolucionando de forma clara y sin dar pasos atrás. Y esa es la mejor lectura que podemos hacer”.
Omnium femenino: “Todavía le sigo dando vueltas a lo que ha podido pasar, porque no le encuentro explicación. Leire llegaba muy bien a estos Juegos, con muchas ganas y sobre todo dispuesta a arriesgar, a jugársela en sus pruebas para repetir ese podio de Pekín. Decía que le daba lo mismo cuarta que duodécima. Pero es que ni siquiera ha podido ser valiente. La vuelta lanzada le salió muy bien, con marca personal. Pero fue la única prueba en la que destacó. Luego, nada. Ha sido una cuestión de piernas, ya que la cabeza la ha tenido bastante centrada en todo momento, sin venirse abajo. Pero como decía, no ha tenido opción de demostrarlo. Personalmente he sentido rambia e impotencia por verla así y no poder hacer nada por ayudarla”.
Velocidad: “Hay que reconocer que el problema que tuvo con el sillín en los 200 le descentró, ya que fue una situación peligrosa, ya lanzando, y no pudo recuperar al completo para el segundo intento, por lo que ese tiempo le marcó en los siguientes cruces y estaba claro que caería ante rivales mucho más fuertes. También esperaba algo más, pero debemos ser realistas y ver el altísimo nivel que había en esta prueba, a pesar de contar sólo con un corredor por país”.