Diferentes localidades del Alt y el Baix Empordà han acogido hasta cuatro recorridos con los que medio millar de ciclistas han disfrutado de un fin de semana de auténtico gravel
La tercera edición de la Mussara Hunting Dogs ha sido la de la consolidación. 609 ciclistas, con un 25% de participación femenina, han disfrutado durante todo este fin de semana del 13 y 14 de mayo de cuatro recorridos distintos por senderos de la Costa Brava, siendo el camping La Ballena Alegre en Sant Pere Pescador la sede de este evento, que prácticamente ha duplicado el número de inscritos respecto al año anterior.
La naturaleza del Alt y el Baix Empordà es un auténtico edén para los amantes de esta disciplina, uno de los lugares más destacados en el abecedario gravelero. Para aprovechar al máximo esta orografía, las cuatro rutas de Mussara Hunting Dogs han recorrido los privilegiados entornos de los Parques Naturales de Cap de Creus, dels Aiguamolls de l’Empordà y del Montgrí, las Illes Medes y Gola de Ter.
4 RECORRIDOS Y AVITUALLAMIENTOS SINGULARES
Mussara Hunting Dogs 2023 ha contado con cuatro recorridos diferentes, uno de ellos nocturno como novedad de este año, además de otro para niños/as, comprendiendo distancias desde los 42 km a los 130 km, realizables en ritmo libre. El sábado, a las 9h empezó el recorrido Medes (78 km / 400m + / tramo Challenge), a las 17:30h el infantil Ballena Family Gravel (7,5 km) y a las 20:30h salió el Aiguamolls Gravel Night (42 km / 110m +). El domingo, a las 8h fue el turno del recorrido Cap de Creus (130 km / 1.500 + / tramo Challenge) y a las 9h el de Empúries (45 km / 180m +).
Todas las rutas eran circulares con salida y llegada al camping La Ballena Alegre. La organización ha ofrecido un avituallamiento singular por distancia, sólido y líquido, en establecimientos, bares o cafeterías de pueblos por los que pasan los recorridos. Ubicaciones emblemáticas del territorio gerundense como Verges, Bellcaire d’Empordà y Cadaqués contaban con avituallamientos especiales y otras como L’Estartit, Vilamaniscle y Roses incluían avituallamientos sólidos y líquidos de la organización Una manera de acercar la prueba a las localidades y que se sientan más involucradas en la fiesta. En la llegada todos los participantes pudieron disfrutar del avituallamiento final.
Más de medio millar de participantes han podido comprender la naturaleza del gravel de una manera más distendida, plácida, apacible y responsable con el medio ambiente a través de los diferentes recorridos. Una vivencia para experimentar íntegramente durante todo el fin de semana o en formato de jornada única para vivir el buen rollo, la sencillez y la libertad de pedalear sin un cronómetro que imponga un ritmo en la Costa Brava, un espacio de referencia en la actualidad y muy atractivo para esta tipología de ciclismo.