El joven corredor norteamericano, Matteo Jorgenson, respaldado por un gran Movistar Team, se exhibe en la rampa final de Jabal Haat y se sitúa al frente de la carrera a dos días del final.
Tras algo más de tres temporadas buscando el esquivo éxito, Matteo Jorgenson (Movistar Team) ha podido saborear al fin este lunes su primera victoria en la máxima categoría, y a lo grande. El norteamericano de Idaho se impuso con autoridad en la rampa de Jabal Haat, segundo de los tres finales en alto del Tour de Omán, para situarse como nuevo líder en el Sultanato.
Es un día súper especial, un alivio tremendo. No soy el tipo de corredor capaz de rematar tan habitualmente y hoy he podido liberarme y abrir ese casillero. Súper contento por el trabajo del equipo. Me han llevado siempre en una posición perfecta y cubierto del viento. Mathias e Imanol, de salida; Max, que me ha hecho una aproximación estupendo; y mi amigo ‘panamericano’, Abner González, de Puerto Rico, que ha corrido genial estos días pese a venir directo de casa y con el jet-lag. Tenía muy buenas piernas, lo sabía del día anterior, y en la parte dura he querido probar a todos. Les ha costado un poco volver a entrar, sabía que estaba fuerte y he lanzado a 200 metros de meta de cara al sprint. Me da mucha confianza en mi forma, haber sido el más fuerte en un esfuerzo así, aunque soy consciente de que Green Mountain será una subida mucho más larga y, sobre todo, más dura. Espero que podamos controlar bien; ayudar mañana a Max, que también busca esa primera victoria; y tratar de defender este liderato el miércoles”. explicó el corredor tras la prueba
Matteo batía a Vansevenant (SOQ) y Bouchard (ALM) después de dos enormes aceleraciones en el kilómetro final para dejar atrás a sus rivales. A ellas se llegaba tras el trabajo exquisito de sus seis compañeros: Norsgaard e Imanol de salida; Sosa, Verona y Kanter en la protección; y Abner González en el lanzamiento hacia meta.
Un nuevo espaldarazo a una escuadra telefónica en racha, con cinco victorias en menos de un mes de competición, y para un Jorgenson que tendrá ante sí el miércoles uno de los mayores retos de su aún breve carrera (23 años; solo dos Grandes a sus espaldas) en las rampas de Green Mountain (5 km al 10%).