Sierra Nevada Límite Gran Fondo volvió a convertirse en una fiesta del ciclismo en carretera con la puesta de largo de su nuevo recorrido. Un trazado con salida en la localidad de Cenes de la Vega y meta en Pradollano con muy pocas concesiones para el participante. A lo largo de los 146 kilómetros de la ruta se asciende un desnivel de casi 4.000 metros. Un desafío que es tan exigente como atractivo.
Así lo entendió el medio millar de ciclistas que se dio cita en la línea de salida con la ilusión de vivir una jornada de ciclismo en un entorno privilegiado como Sierra Nevada. La prueba comenzó a las 7:30 horas con una climatología que, finalmente, fue algo más benévola de lo que las previsiones indicaban. Frío sí, pero apenas unas pocas lluvias en forma de copo de nieve en las partes altas del recorrido.
«Para nosotros ha vuelto a ser un reto organizativo celebrar Sierra Nevada Límite. Tras el éxito del año pasado, queríamos añadir nuevos alicientes a la prueba y por eso esta temporada el trazado se ha adentrado en el Geoparque de Granada, uno de los lugares más impotantes de la orografía granadina. Eventos como Sierra Nevada Límite son imprescindibles para proyectar las bondades de nuestra tierra y confiamos plenamente en el crecimiento de esta prueba en los años venideros», asegura Felipe Toledo, CEO de TerraIncognita Sport.
El puerto de El Purche es el primer gran reto que propone el nuevo itinerario: 6 km de subida ininterrumpida con una inclinación media del 9,3%. Tras alcanzar los 1.500 m de altitud, el pelotón descendió hasta Pinos Genil, primer avituallamiento y necesario para encarar el segundo puerto del día, los Blancares, de 15 kilómetros de longitud y una pendiente más suave (3,1%).
La localidad de Purullena, segundo check point, marca el ecuador del renovado circuito de Sierra Nevada Límite Gran Fondo. En la segunda mitad del trazado los participantes vuelven a coronar el puerto de los Blancares, en esta ocasión por su otra vertiente, alcanzando el kilómetro 100 y preparándose para el plato final: la subida al Dornajo y al emblemático Puerto de Las Sabinas.
Hablamos de uno de los puertos más carismáticos de España, una subida inmisericorde de 12 kilómetros y 6,2% de pendiente media. Una «trituradora» de piernas que, a su vez, fue un auténtico regalo para los ojos, con las montañas de la sierra completamente blancas tras las nieves caídas en los últimos días. La meta ubicada en Pradollano, a más de 2.000 metros de altitud, fue el premio de cada uno de los ciclistas que se colgaron el dorsal en una edición muy esperada y blanca de Sierra Nevada Límite Gran Fondo.
Al ser una prueba de carácter ciclodeportivo y no competitiva, no se otorgaron premios a los ganadores, pero sí una distinción especial a los tres primeros y tres primeras que completaron el recorrido. Fernando Romera y María Ester Maqueda fueron los ciclistas más rápidos.
Para completar un fin de semana redondo, los participantes pudieron disfrutar de unos minutos de charla y fotografías con algunos de los mejores ciclistas del Quick Step, el Jumbo o el TotalEnergies, equipos que eligen Sierra Nevada para preparar las grandes pruebas del calendario. Ciclistas ilustres como Van Aert y Alaphillipe se dejaron ver para muchos participantes de Sierra Nevada Límite Gran Fondo. Un lujazo.
