¿Merindades BikeRace? ¿What? ¿Cómo? ¿Qué es eso de Merindades BikeRace? Un titulo tan sugerente despertó mucha expectación. Un evento nuevo al norte de Burgos que sin embargo no tiene nada que ver con las famosas series de marca registrada. La prueba celebrada en Villarcayo es más humilde, pero lo más curioso es que mezcla 3 formatos distintos en 3 días de competición.
Para empezar una Cronoescalada. ¡¡Buff!! Detesto subir. Odio las cronoescaladas a no ser que sea para hacer el tonto disfrazado. Acudí a la primera etapa un tanto desganado. Sin embargo la subida me enamoró. Una antigua calzada romana, un cañón rocoso, sombrío, retorcido, y muy técnico. Durante miles de años la única forma de subir con carromatos a la Meseta Castellana. Un tetris de piedras llamado La Mazorra.
Un buen maratón nunca defrauda. La segunda jornada son 60 kilómetros bien elaborados y recién arreglados para la ocasión. Físicamente muy llevadero, con poco desnivel y sin repechos bruscos. Un suelo muy divertido en el que la bici corre mucho. Nada de pistas aburridas. Todo es velocidad en sendero y tramos muy entretenidos de conducir. Un terreno que se me da genial y me permite ganar la etapa. Llegando a meta doy alcance al grupito de cabeza. Al sprint no tenía opciones, así que pruebo una táctica que cosiste en teatralidad y engaño. Me echo el casco para atrás como un globero, les adelanto por fuera del camino agitando el manillar con torpeza y gesticulo como si se me saliera el corazón por la boca. Desconcertados, me ignoran pensando que soy un inútil de la ruta corta. Se quedan vigilándose mientras yo a lo tonto cojo los metros necesarios para llegar primero.
La última etapa consiste en dar 4 vueltas a un circuito muy explosivo y ratonero. XC en estado puro. Pero es un evento con mucha diferencia de nivel entre participantes y a partir de la 2ª vuelta llega el mismo problema de siempre. -¡Gilipollas, que esto no es la Copa del Mundo!- Me grita un pobre doblado al que no le da la gana de apartarse. En venganza me llevo su bici por delante enganchada de la patilla del cambio. Me da igual que sea una carrera de pueblo, la filosofía es la misma que en un Mundial. Lo que no sabe es que yo también he corrido varias Copas de Mundo, y siempre me apartaba cuando me doblaban los campeones. Y si hacía falta me tiraba de cabeza a los matorrales para no molestarles.
Con retraso en el horario de las salidas, escuche alguna crítica entre los participantes. Que si hacia mucho calor, que si la megafonía no animaba, que si las morcillas no estaban bien asadas… Detalles sin importancia. Lo realmente importante se cumplía de sobra. Y es que todos los participantes entraban en meta con una sonrisa enorme gracias unos recorridos diseñados con lógica y esmero para estar todo el rato divirtiéndote encima del manillar. Pero el formato de Merindades BikeRace es un cóctel explosivo. Pura competición. Y los ciclistas son muy exigentes, no toleran perder 2 puestos en la clasificación por culpa de un balizaje escaso. Tal vez el futuro sea las pruebas de navegación con otros valores más aventureros. Finalmente creo que ganó un joven de 20 años con ropa rosa de GarriBikes llamado Unai Mateos. Yo hice tercero o cuarto, no lo sé. La entrega de premios se retrasó bastante y me fui antes de tiempo para bañarme en la famosa piscina natural de Villarcayo con peces dentro.
Es que últimamente me aburren mucho los pódium. En las carreras solo busco la adrenalina del momento y emociones fuertes. Y de eso os puedo asegurar que hubo bastante en Merindades BikeRace.
Así nos lo cuenta Joseba León en este vídeo de Iñigo del Hoyo:
Crónica de Joseba León, corredor del BZ Team. Gracias a los patrocinadores del BZ Team: Faster Wear, Jaime Llorente, Navali, Luck, Eubottle, Rifyl, Suomy y NRC por ayudarnos a lograr estos éxitos.