
Las primeras en entrar en acción fueron las chicas y, por tanto, ellas fueron las que más sufrieron las nuevas condiciones del circuito al encontrárselo más mojado y resbaladizo. Eso sí, al salir en orden inverso a la clasificación obtenida en las semifinales, las favoritas encontraron el terreno algo más asentado. Pese a ello, hubo algún que otro contratiempo como el que sufrió la neocelandesa Vanessa Quin, una de las candidatas a pelear por el triunfo final, que sufrió una aparatosa caída en la Losa y tuvo que abandonar. La carrera se decidió relativamente pronto, cuando aún quedaban nueve corredoras por tomar la salida. En ese momento, la francesa Emmline Argot marcó un registro de (2:53,208), un crono que sólo dos de las treinta participantes pudieron mejorar. La primera en hacerlo fue, precisamente, la siguiente en tomar la salida y, a la postre, la ganadora: la británica Tracy Moseley. En el primer parcial ya dejó clara su superioridad (1:57,299 por 1:58,065), una diferencia que se vio incrementada en la línea de meta (2:53,208). El resto de participantes intentó inútilmente rebajar el tiempo marcado por Argot y Moseley. De hecho, incluso la gran favorita al triunfo, la vencedora en Vigo el pasado año y vigente campeona de la Copa del Mundo, la francesa Sabrina Jonnier, parecía haber dilapidado sus opciones en el primer parcial (1:59,733), pero apretó al máximo en el segundo tramo del trazado para colarse al final entre Moseley –primera- y Argot –tercera-, consiguiendo la segunda posición (2:52,604). En categoría masculina, las caídas fueron todavía más decisivas de cara a la clasificación final, puesto que dos de los favoritos vieron como sendos contratiempos minaban sus opciones. El campeón del mundo, el francés Fabien Barel, había marcado el mejor registro en el paso intermedio (1:36,110), casi un segundo mejor que el resto de participantes, pero en el segundo tramo se cayó y al final sólo pudo acabar en la décimo cuarta plaza (2:30,158). El vigente ganador de la Copa del Mundo, el surafricano Greg Minnar vivió una situación parecida pero a la inversa. Minnaar se fue al suelo en el primer parcial (1:43,823), pero en el segundo supo reponerse al contratiempo sufrido para acabar décimo noveno. Además, el ganador del pasado año en la prueba viguesa, el británico Steve Peat, también estuvo limitado en su actuación, puesto que por la mañana tuvo que acudir de urgencia al médico al haberse clavado una astilla en un dedo. Pese a todo, Peat pudo subirse al tercer escalón del podio (2:24, 756). A los que no pudo superar fue a los australianos Nathan Rennie y Michael Hannah. Rennie, quinto en las semifinales del sábado, consiguió mejorar tres posiciones para acabar en la segunda plaza (2:23,800), aunque tampoco pudo batir a Hannah, quien confirmó las buenas sensaciones ofrecidas en la clasificación y arrebató el triunfo a su compatriota cuando ya lo estaba saboreando. En el primer parcial ya avisaba marcando el segundo mejor registro (1:37,013) –tras el de Barel- y en la llegada a meta confirmaba su victoria (2:22,942).