La contrarreloj por equipos que abrirá el Mundial 2018 en Innsbruck (Austria) será la última, al menos por ahora, que se dispute bajo el formato de marcas comerciales en el marco de unos Campeonatos del Mundo de ciclismo. Última oportunidad, por tanto, para Movistar Team de repetir buenos resultados como el obtenido en 2015, cuando los hombres de Eusebio Unzué se hicieron en Richmond (EEUU) con la medalla de bronce.
Los 62 km de la prueba, entre el valle de Ötztal y la capital del Tirol, se componen de un tercio inicial veloz, en ligero descenso; una zona de pequeños repechos a mitad de recorrido; y un escollo fundamental: la subida entre Kermaten y Axams, de 3,9 km a casi un 7%. Coronada a 18 km del final, será clave para medir la cohesión de los grupos y su fuerza global antes de unos 10 km finales completamente planos.