Abarca Sports presenta un proyecto a largo plazo para compensar su huella de carbono, con acciones ya en marcha: energías 100% renovables y autoconsumo eléctrico; vehículos más limpios; y proyectos para cuidar del medio ambiente
En un mundo en plena emergencia climática, en el que los seres humanos tratamos de paliar las consecuencias del deterioro de nuestro planeta, Abarca Sports y Movistar Team plantean, a partir del verano de 2020, una serie de medidas encaminadas a convertirse en el primer equipo ciclista del máximo nivel 100% sostenible. Dicho propósito se alinea con los objetivos de desarrollo sostenible fijados para 2030 por la ONU.
Como primera medida, la compañía que gestiona los equipos patrocinados por Telefónica ha realizado la medida de su huella de carbono. Los Gases de Efecto Invernadero generados por los vehículos del equipo y los consumos de sus instalaciones producen el equivalente a 175.000 kg de dióxido de carbono (CO2) al año. Abarca Sports tiene como objetivo compensar y reducir de manera paulatina dichas emisiones, con una batería de acciones ya en marcha.
Movistar Team se compromete a contratar energías 100% renovables para su sede de trabajo en Pamplona y apostará también por el autoconsumo, con la instalación de placas solares. Otro gran esfuerzo supondrá la sustitución de su flota de vehículos, de la marca Volvo, por nuevos coches híbridos, con los que reducirá sus emisiones de CO2.
Abarca Sports ha transmitido a sus miembros durante el período no competitivo la importancia de este Plan de Sostenibilidad, y apostará también por proyectos ligados a la movilidad sostenible y el cuidado de su entorno. Todo ello, con el objetivo de obtener el Sello de reconocimiento del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).
La compañía dirigida por Eusebio Unzué aspira de este modo a situarse en la vanguardia de un ciclismo siempre catalogado como deporte verde , pero que a la vez ha ejercido con sus actividades un impacto en nuestro planeta que ahora tratará de compensar. Una decidida apuesta en medio de una pandemia de COVID-19 cuyos efectos han sido potenciados, en cierta medida, por la polución que afecta al sistema respiratorio.