Quiero compartir la experiencia del Open ENDURASTUR porque es un certamen que se merece más repercusión. Han sido cuatro carreras organizadas por los siguientes Clubs: Cimarrones, Mastines, Endurillas y Degolladas.
Gente muy cañera experta en Enduro, DH y MTB. Cuesta decidir quien ha sido el mejor. Las cuatro sedes comparten escenarios muy similares. Bosques de vegetación densa, suelos blandos, pocas piedras y mucha humedad. Tanta naturaleza, contrasta con la cercanía de las principales capitales asturianas.
También comparten la misma filosofía de tramos. Las bajadas son muy elaboradas y técnicas, pero sin embargo también son muy poco físicas y carentes de peligro alguno. Esto se traduce en diversión inmediata para todos los niveles.
Cada prueba cuesta 25 euros la inscripción, una cantidad mínima si la comparamos con lo que piden el resto de organizadores. Si lo multiplicamos por los 120 participantes de media, el resultado no alcanza para costear cronometradores, ambulancias, avituallamientos, seguros, megáfonos, etc…
En los carteles de las pruebas no aparecen ni instituciones públicas ni diputaciones o concejalías, por lo que el resto del presupuesto recae sobre numerosos pequeños patrocinadores. Bares, restaurantes, tiendas de bicis, alguna marca del sector y otros negocios privados que seguramente ni tan siquiera buscan publicidad, tan solo apoyar a esta disciplina tan apasionante. Un juez comisario acude a cada prueba para comprobar que se cumplen los reglamentos y da un toque de seriedad. Sospecho que la Federación, en un gesto de buena voluntad, ni siquiera cobra las tasas correspondientes a los organizadores. Voluntarios, deportistas y público también se desviven en “Patria Querida” por el Enduro, todos se lo toman muy en serio y dan una sensación mucho mas profesional de lo que en realidad es.
Lo que no entiendo es porque no acuden más corredores de otras comunidades. Galicia por ejemplo es un hervidero de endureros y lo tienen al lado de casa. Pero también echo en falta más pilotos de Leon, Cantabria y Pais Vasco. Gente que se casca la Copa de España entera, y no se dan cuenta que el Open EndurAstur es un pequeño tesoro a un par de horas de viaje. Comprendo que es muy difícil ganar a los asturianos porque tienen los tramos muy mamados. Pero hay que ser tonto poner esa excusa para no participar. O tal vez no les guste la competición, pero que se apunten al menos para disfrutar de unas bajadas tremendamente adictivas recién acondicionadas para la ocasión.
En lo deportivo destacar el segundo puesto de mi compañero de equipo Jose Diez Arriola. Después de muchos años seguidos dominando este certamen, por fin fue derrotado por alguien mucho más joven y guapo que el (aunque igual de pobre), Diego Menéndez, con veinte años menos que Arriola y cara de “yogurin” adolescente, ha vencido pero con mucha humildad. Su discreción y timidez, no le han evitado un baño de gloria por una multitud que le quiere y le aprecia.
Su madre y hermanas menores se repartieron las medallas en categorías femeninas. Fue muy agradable la visita de la Campeona de España Sara Yusto en una de las citas, pero se echa en falta mas mujeres en las carreras, por cierto que las del EndurAstur son las mejores ocasiones para las que aun estan indecisas con la disciplina. Como es el caso también de mi compañera de equipo Mónica Carrascosa, que a pesar de no saber ni bajar un bordillo correctamente, fue capaz de terminar en última posición con total dignidad, sin hacerse daño y muerta de la risa con cara de mucha felicidad.
Por: Joseba León