El ciclista español Óscar Pujol (Azad) se ha adjudicado el Tour de Singkarak (Indonesia), prueba por etapas categoría 2.2 de la UCI disputada sobre siete etapas, que finalizó hoy en la ciudad de Pedang, sobre un recorrido de 99,3 kilómetros.
El catalán afincado en Valladolid ha realizado una gran carrera, yendo d emenos a más, ganador de una etapa y segundo en otras dos, resultados que le auparon al liderato y finalmente al triunfo final. "Las primeras etapas me costó un poco coger el ritmo, porque tuve que aclimatarme al bochorno y por el traslado no había podido entrenar los tres días anteriores a la carrera, pero luego fui cada día mejor", comenta Pujol.
A sus 28 años, este espigado ciclista, hijo de ciclista (Joan Pujol), no se resignó a dejar el ciclismo cuando tras competir tres años en la máxima categoría (Cervélo en 2009 y 2010, y Omega Pharma-Lotto, en 2011) se encontró sin ofertas de ningún equipo. A través de la redes y por medio de su compañero y amigo Vidal Celis, se enteró de que el equipo iraní Azad University Cross Team buscaba corredores.
El contrato era menor que el de muchos ciclistas amateurs españoles: los viajes y poco más, pero le permitía seguir corriendo y hacer un calendario en el que poder reivindicar su categoría ciclista y recoger puntos de cara a un posible regreso al ciclismo europeo. "Creo que puedo aprender mucho", manifestaba Pujol cuando decidió enrolarse en esta aventura.
Tras debutar en el Tour de Azerbaiyán, donde concluyó sexto, en su segunda carrera con su nuevo equipo ya ha dado muestras de su calidad y constancia de su preparación y profesionalidad. Además, está aprendiendo mucho de la vida y de las personas. "Nunca hubiera pensado que pudiera hacer amigos iraníes y ahora tengo más de uno, incluso de otros equipos. Sé que no se puede generalizar y no soy de los que lo hacen, pero aún no me he topado con uno malo ni déspota ni prepotente ni arrogante ni… mil adjetivos que podría dar a otros dos equipos que están corriendo aquí y son de otra nacionalidad", escribía ayer en el diario de su web.
Pujol saborea hoy la gloria a muchos kilómetros de su casa, rodeado de sus nuevos amigos, en un ciclismo que hasta hace cuatro días le era ajeno y que ahora forma parte de su vida. "Aquí hay más gente que en el Tour, animando en las carreteras. Se hace pasillo hasta por el plano (comentario de Vidal en mitad de la carrera) y en la llegada es una locura… Todo el mundo pidiendo fotos. No había vivido nada igual en todas las carreras que he corrido antes.”
