No ha podido empezar peor el Tour para Joaquim Rodríguez. De nuevo surge el fantasma de la mala suerte en la segunda etapa de la ronda francesa, con el viento, la lluvia, los abanicos y las caídas como protagonistas de la misma.
“Ha sido un desastre. Lo hemos tenido todo en contra. Primero fue un pinchazo y cuando conseguí enlazar con el grupo sufrí dos caídas. Me he golpeado el codo, la cadera y la rodilla, que ahora mismo es lo que más me preocupa”, comenta el ciclista catalán tras pasar por las manos del osteópata del equipo Katusha.
“En estos momentos, lo que menos me preocupa es la pérdida de tiempo. Queda mucha carrera y lo que hoy nos ha pasado a unos, mañana les puede pasar a otros. Lo único que me preocupa es ver cómo me levanto mañana y cómo evoluciona la rodilla. Si no va a más el golpe, hay mucho Tour para recuperar. He venido con muchas ganas de hacer algo importante y si no tengo lesión pienso hacerlo”, añade el líder del equipo ruso, que hoy cedió, al igual que Nibali, Quintana y Valverde 1:28 en la meta de Zelande.
Purito mostraba en su rostro las huellas del cansancio y de la decepción: “Ha sido un día de sufrimiento, de mucho más cansancio y desgaste que cualquier día de montaña”, concluyó.