La rivalidad deportiva entre Milton Ramos y Joseba Albizu por las rutas del Iron Bike va camino de ser legendaria. Si el año pasado los dos ya ocuparon las dos primeras posiciones del podio –con victoria final del hispano-hondureño-, en esta ocasión están repitiendo el mismo resultado por el mismo orden, aunque con mucha más emoción e igualdad en cada jornada. Ramos sigue al frente de la clasificación general tras la disputa de la cuarta etapa, aunque casi toda su ventaja se fraguó en la primera, cuando le sacó casi 17 minutos al vasco. Desde entonces, las diferencias son mínimas, y Albizu puede presumir de anotarse frecuentemente alguna especial.
La cuarta etapa del Iron Bike era una de las más duras y espectaculares del programa. Entre Bobbio Pellice y Pramollo los ciclistas debían superar 82 km y un desnivel de 3.666 m, así como subidas tan intimidatorias como al Colle del Baracun (2.883 m), al Col Giulian (2.457 m) o al Colle Azzarà (1.600 m). La especial más dura era la primera, de unos 30 km con los dos primeros pasos de montaña incluidos. Albizu ha decidido no condicionar su rendimiento a la actuación de su gran rival y ha salido mucho antes. La estrategia no le ha salido mal del todo, puesto que sólo ha perdido unos insignificantes dos minutos y 34 segundos tras las dos horas y media de esfuerzo de la primera especial; y ha ganado la tercera, de unos 10 km y mayoría de ascenso, por 15 segundos. Por detrás de ellos, en ambas especiales, ha quedado el holandés Ramses Bekkenk, que ocupa cada vez con más comodidad el tercer lugar en la general.
La segunda especial ha quedado fuera de toda la lógica de la carrera (duelo directo entre Ramos y Albizu), y es que consistía en un descenso de 6,2 km y 870 metros de desnivel negativo por la pista de la estación de esquí de Prali. El especialista británico Luke Harrison ha ganado con un tiempo de 10:55, seguido por la pareja de finlandeses formada por Kari Veikkolainen y Simo Sohkanen (11:10). La prueba de descenso ha maravillado a todo el mundo por su espectacularidad y emoción, hasta el punto que Joan Pons, quarto clasificado, líder de la clasificación Máster y consumado acróbata cuesta abajo, ha llegado a decir que nunca antes había hecho “un descenso como este”.
La etapa de mañana, entre Pramollo y el refugio de Selleries (2.040 m), consta de 60 km, un desnivel de 3.886 m y una única especial, de unos 18 km y ascenso y descenso al hasta ahora inédito en la carrera Colle Albergian (2.723 m).