Histórica jornada la protagonizada hoy por Movistar Team, que se ha llevado el triunfo final en las dos vueltas por etapas en las que ha tomado parte esta semana. Rui Costa en la Vuelta a Suiza y Nairo Quintana en la Route du Sud han mantenido sus respectivos maillots de líderes y elevan de este modo a 20 –sólo uno menos que los conseguidos en todo su notable 2011- el número de triunfos del equipo en su colosal campaña.
En Suiza, Costa ha culminado su intachable carrera desde que el pasado domingo se enfundara el maillot amarillo de líder con su triunfo en la cima de Verbier. Desde entonces, siete etapas marcadas por un denominador común: el soberbio trabajo de todos sus compañeros para mantener la preciada prenda. Tras el sufrimiento de ayer en las rampas de Arosa, Rui tenía hoy su gran reválida con la maratoniana última jornada en la que se debían ascender de manera consecutiva dos puertos de categoría especial antes de la subida final a Sörenberg (2ª). El luso ha aguantado siempre con los mejores y ha contado en la parte final con el espectacular trabajo de Alejandro Valverde, absolutamente volcado en favor de su líder –pese a lo cual ha concluido 9º en la general- y que ha ofrecido en la última hora de carrera una inolvidable lección de cómo un campeón se adapta a las labores de equipo. Costa (25 años) consigue así su segunda victoria de la temporada, duodécima en sus seis campañas como profesional.
Por su parte, en Francia, Nairo Quintana no ha tenido mayores problemas para defender su triunfo en la Ruta del Sur, cuya última etapa se ha resuelto al sprint después del control de Movistar Team durante una jornada en la que se ha notado el enorme desgaste en la selectiva etapa pirenaica de ayer. Quintana (22 años) logra de este modo su quinta victoria en su primera temporada en la elite mundial tras las conseguidas en las etapas reinas de Murcia (donde se llevó la general), Dauphiné y la de ayer en Arras.
Rui Costa: “Estoy contentísimo por poder haber rematado el trabajo de toda la semana. Ayer pasé un día malo por el esfuerzo de la crono del día anterior y hoy no sabía cómo iba a encontrarme, pero después de un día malo suelo recuperarme bien. En el primer puerto ya he visto que tenía buenas piernas y eso me ha dado confianza. Tampoco me he puesto nervioso cuando ha arrancado Schleck porque está yendo muy rápido para arriba y hubiera sido una locura salir tras él. Sabía que en el falso llano de después podíamos alcanzarle como así ha pasado. Al final, Alejandro me ha echado un cable fundamental porque la carrera estaba muy loca y ha hecho un trabajo increíble. El maillot amarillo se lo debo a él. Es un grande como ciclista, compañero y amigo y hoy ha demostrado el valor que tiene. A falta de 3 kilómetros se trataba de controlar el grupo y que la diferencia de Kruiswijk no aumentara mucho. Con la victoria del Tour, este es mi triunfo más importante y el que más voy a disfrutar por todo lo que nos ha costado. Quiero dedicársela a todo el equipo porque han hecho un trabajo magnífico toda la semana. No tengo palabras para agradecérselo”.