Uno de los deportes que vivieron una edad de oro durante el siglo XX fue, sin duda, el ciclismo. Competiciones de esta disciplina se fueron multiplicando a lo largo de los años, convirtiéndose el Tour de Francia en el buque insignia de esta actividad deportiva y el maillot de color amarillo en el más codiciado de todos. Por detrás aparece seguramente el maillot rosa del Giro de Italia, un evento ciclista que fue clave para que el deporte se expandiera por Europa. En España, el maillot de color rojo es también un objeto de deseo para ciclistas de todo el mundo.
Resulta lógico apuntar que nada de lo anteriormente mencionado hubiese sido posible sin la bicicleta, el artilugio con el que los ciclistas se fusionan para competir y para, cuando es posible, alcanzar la gloria. Así pues, ¿cuándo fue la bicicleta inventada? ¿Quién fue la persona a la que se le ocurrió? ¿Dónde circularon las primeras? Para responder a estas y otras preguntas relacionadas con la bicicleta es pertinente recurrir a la hemeroteca.
Podría parecer que la bicicleta es un aparato de fácil funcionamiento y, por ende, de fácil manufacturación. Esto es, al ser un objeto que ha calado tanto en las sociedades contemporáneas, rara vez alguien se puede parar a pensar que la bicicleta tal y como la conocemos es el fruto de unas cuantas cabezas pensantes y de unos cuantos dolores de cabeza. El camino de la bicicleta no ha sido de rosas, no obstante.
Egipcios, romanos, babilonios, Da Vinci...
Tampoco ha sido un camino que empezara a ser recorrido en el Siglo XX, a pesar de que las competiciones mencionadas sí vivieron su esplendor durante esos 100 años, consolidándose en las televisiones, radios y, más entrado el siglo XXI, también en las apuestas por internet.
Así, muchos son quienes señalan que ya en el Antiguo Egipto tenían en la mente desplazarse con un objeto de dos ruedas unidas por lo que hoy se conoce como el cuadro de la bicicleta. Los babilonios o los romanos también flirtearon con vehículos de dos ruedas impulsados con pedales. Y también el mismísimo Leonardo da Vinci, que pintó en uno de sus cuadros algo que se parecía mucho a un biciclo.
Más allá de lo que pudieron imaginar o utilizar los egipcios, babilonios o romanos, lo cierto es que no fue hasta el siglo XIX cuando alguien se desplazó de un sitio a otro en términos parecidos en los que lo hacemos ahora con la bicicleta. Se dice que fue Carl von Drais von Sauerbronn, que bautizó a su invento como velocípedo, quien transitara las calles de París con la primera bici. Lo hizo impulsándose con los pies, pues los pedales aún no existían.
En 1839, sin embargo, un escocés fue un paso más allá e hizo posible que quien montara en una bicicleta se impulsara con un pedal y no con sus pies. Ese artefacto, de Kirkpatrick MacMillan, también incluía un manillar. Es por eso que se podría decir que MacMillan fue una de las personas más importantes para que hoy la bicicleta sea como es. También fueron importantes Pierre Michaux, Philip Moritx o Galloux. Las cadenas de transmisión llegaron años más tarde (1864), así como los radios en las ruedas (1870).
Como se aprecia, y en conclusión, a la pregunta de quién inventó la bicicleta no se puede responder ni con un único acontecimiento ni con una solo nombre de persona. Ha sido una historia llena de transformaciones y evoluciones que han hecho posible que hoy en día la bicicleta sea lo que es. No sería para nada extraño que en 100 años este objeto se vea sometido a más evoluciones y transformaciones. El tiempo dirá.