La 99ª edición del Tour de France comienza mañana sábado 30 de junio en Liege y el líder de Euskaltel Euskadi, Samuel Sánchez, se sincera horas antes de que tome la salida en la jornada prólogo, una crono de 6,3 kilómetros en Liege.
- ¿Cómo llega a la carrera tras la caída en la Dauphine? - Está claro que siempre es mejor no sufrir ningún percance, ningún contratiempo, cuando estás preparando un objetivo. Es cierto que no pude hacer todo lo que quería en la Dauphiné, pero aún sufriendo mucho conseguí acabar y después los entrenamientos han ido con normalidad. Al no tener ninguna lesión osea, al ser un problema muscular, la recuperación fue más rápida. Las alarmas saltaron en un primer momento, pero afortunadamente fue menos de lo que pudo ser.
– ¿Cómo ha llegado al Tour? - Llego bien. El ritmo de entrenamientos ha sido bueno. Me tomé un pequeño respiro tras acabar el primer pico de forma del año en la Lieja. He estado entrenando en Sierra Nevada tanto antes como después de la Dauphiné. Así que en ese sentido, llego tranquilo. He podido cumplir el programa de entrenamientos y espero que se vea en la carretera. En casa tenía buenas sensaciones, pero ahora hay que certificarlo en competición.
- ¿A que aspira en el Tour? - Me gustaría volver a casa satisfecho, es mi principal reflexión. Los dos últimos años ese ha sido el reto y luego los resultados han sido muy positivos. Si puedo repetir lo del año pasado estaría muy bien, sería mucho. Gané el gran premio de la montaña, una etapa mítica como la de Luz Ardiden y encima con mucho protagonismo en carrera, arriesgando y atacando. En los libros sale que tengo un tercer puesto en la general, en el Tour 2010, pero me gustaría estar en el podio por méritos propios. Pero antes de nada, mucha calma y tranquilidad, con respeto. El primer objetivo es evitar las caídas en esta semana inicial y que no quede otra que ver el resto del Tour desde el sofa.
- No estarán dos candidatos perennes al podio, Contador y Schleck. - Las ausencias de Alberto y Andy pienso que me perjudican. Son dos ciclistas que corren al ataque, son agresivos y capaces de romper la carrera. Alberto es el mejor escalador del mundo y con el punch que tiene hace mucho daño, yo no tengo esa explosividad. Es el mejor, y su ausencia se notará. Con sus ataques conseguía seleccionar la carrera y a mi eso me favorecía. Este año habrá que ver como se desarrolla la carrera en ese sentido.
- ¿Quién es su favorito a la victoria? - Mi favorito es Cadel Evans. Su trayectoria es su mejor aval, ha ganado la prueba y ha subido otras dos veces al cajón. Para mi, Cadel es el candidato número uno. Tendrá una serie de rivales entre los que destaca, tras su actuación en la Dauphiné, Wiggins. Menchov y Kloden tienen posibilidades de subir al podio también. Hay un grupo de hombres importantes que luchará por los puestos de honor. - ¿Es un Tour para contrarelojistas? ¿Falta montaña?- Partiendo de la base de que el Tour siempre se hace durísimo y que hay que pelear todos los días, sin perdonarte el más mínimo fallo, es cierto que hay bastantes kilómetros contrareloj. ¡Ojo! Hay etapas de montaña duras, pero quizás eche en falta alguna llegada en alto más. También me parece que los Pirineos son más exigentes que los Alpes en esta edición. En cuanto a las cronos individuales, el año pasado finiquité el Tour con una buena actuación, así que confío en mis posibilidades. Trataremos de hacerlo lo mejor posible, son luchas contra uno mismo, y obtener el mejor resultado.
- Hay unas cuantas llegadas tras coronar un puerto y usted es muy habilidoso en los descensos... - Esa pregunta me la han hecho unas cuantas veces y es cierto, pero tanto como que para lanzarte hacia abajo en busca del triunfo, primero hay que subir el puerto con los de delante. Así que primero habrá que coronar delante. Y luego, también hay gente que baja muy bien, que tiene sus estrategías. Cada uno tiene sus recursos y los aprovecha. Habrá que ver como se desarrollan esas jornadas... Todo llegará.
