Nairo Quintana (Movistar) se ha anotado la victoria en la 4ª etapa de la Vuelta al País Vasco, un trazado de 152 kilómetros entre Trapagarán y el Santuario de Arrate con los altos de Pagatza (2ª), Karabieta (2ª), Ixua (1ª), San Miguel (2ª) y Usartza (1ª) en el camino, mientras que Sergio Henao (Sky), 2º, ha conservado el maillot amarillo. El líder de Euskaltel Euskadi Samuel Sánchez, vencedor en tres ocasiones en este mítico lugar del ciclismo vasco, ha alcanzado la 9º plaza, a 23 segundos de su sucesor, mientras que Igor Antón ha tenido un mal día y ha cedido más de tres minutos y medio. En la general, Samu ocupa el 10º lugar.
La lluvía y el frío han influido en una jornada en la que se ha vuelto a volar. Peter Velits, Taaramae, Montaguti, Ratto y Vorganov han formado la escapada del día. En una primera aventura de 15 unidades, Euskaltel Euskadi ha estado presentado por Gorka Izagirre y Egoi Martínez, pero no ha progresado el corte. Sky y Movistar han controlado en cabeza de pelotón y han marcado los ritmos. El ganador de Estella, Simon Spilak, encendía la mecha a falta de cinco kilómetros y los favoritos no hacían sino mirarse hasta que el propio maillot amarillo Henao tomaba las riendas y Porte le daba continuidad, con Contador, Quintana, Betancur y Peraud a rueda. Samuel Sánchez no ha conseguido resisitir la fortaleza de esos ataques, pero ha sido constante y finalmente ha perdido 23 segundos.
Una vez en el hotel, el líder de Euskaltel Euskadi indicaba que "ha sido una etapa muy dura. El frío y la lluvia siempre afectan al desarrollo de una carrera. Además, había muchos equipos interesados en coger la fuga y se ha ido muy rápido todo el día. En Arrate he estado en mi sitio, donde esperaba por la evolución de mi estado de forma. Sé que me falta un puntito y he estado cerca de los mejores. Compruebo que la preparación de cara al Giro de Italia va por buen camino y estoy más competitivo que en Tirreno. En la carrera de los dos mares acabé a más de tres minutos del ganador y aquí voy a menos de un minuto, así que voy mejorando. Hago una lectura tranquila de la carrera y de mi estado de forma. Aún faltan dos etapas y hay que seguir peleando", recordaba.
Por su parte, Igor Antón admitía que "he tenido un mal día. En ningún momento he ido bien y al final, he estado peor de lo que esperaba. Pese a hacer ayer 9º, sabía que me falta medio puntito para estar a mi mejor nivel, pero he perdido demasiado. La lluvía y el frío me han afectado, el pulso no me subía y así era difícil salvar la etapa. He entrenado duro y quería dar mi mejor nivel, pero no lo estoy dando. Esta situación es dura", reflexionaba.
La durísima jornada del viernes, con diez altos consecutivos y más de una trampa, a lo que hay sumar los peligrosos descensos y la lluvia, hace imprevisible la carrera, aunque el Sky la lleva encaminada.