Puntuales a las 8:00 de la mañana, tras escuchar las últimas indicaciones de David, el tío más grande de toda la Transpyr (es un chavalote de dos metros), tomamos la salida sobre el empedrado del casco antiguo de Aínsa, como si de una Paris-Roubaix se tratara.
Pedaleamos hacia el norte para, en Laspuña, tomar la desviación donde comienza la primera subida de la jornada. Nos encontraremos un puerto espectacular de casi 30 kms, con largos descansos, que alterna las vistas a la Peña Montañesa, el cañon de Añisclo y las cumbres nevadas de Monte Perdido. Impresionante. Bajada rápida con el chubasquero puesto desde Fanlo hasta el avituallamiento de Sarvisé.
Sin apenas zona tranquila comenzamos a subir Cotefablo. Este nombre siempre me traerá el recuerdo del grave accidente que sufrió el corredor alemán Raimund Dietzen en la Vuelta a España de 1989, por falta de iluminación. Nuestro susto es mucho menos trágico. Un corzo atraviesa la carretera a toda velocidad y casi se mete entre los radios del que abre grupo. Pirineo en estado puro. Llegamos al túnel que, en la actualidad no presenta ningún riesgo para los ciclistas, y esperamos al sol para hacer todos juntos la bajada. El descenso es para recordar y, más aún, cuando a mitad de puerto recibimos una agradable sorpresa. Milton Ramos se une a la grupetta y compartirá charla y avituallamiento con todos nosotros.
Segundo food-station del día. Plato de arroz, fruta, bocadillos y gominolas. Perfecto. Sólo nos quedará traspasar el coll de Navasa donde saltan chispas en el grupo por tratarse del tramo cronometrado y llegamos a la ciudadela de Jaca donde está instalada la meta de la quinta etapa de esta alucinante Transpyr Backroads. Allí nos reciben por todo lo alto.
Nuestros nombres se escuchan por los altavoces entre banderolas, carpas y toda esa parafernalia. Nos hace sentir grandes. Hoy nos hemos ventilado la segunda etapa de transición antes de enfrentarnos a la temida etapa reina de mañana que nos llevará hasta tierras de Euskal Herria, con sus 168 kms y 3450 mts de desnivel. Cada día me gusta más esta prueba.