El primer Mundial de ciclocross extraeuropeo de la historia y uno de los más rocambolescos a causa del cambio de programa terminó con ese segundo triunfo que parecía no iba a llegar nunca de Sven Nys y con Aitor Hernández (23º, a 3-58) y Javier Ruiz de Larrinaga (28º, a 5-15) en sus mejores puestos de siempre.
El recorrido del Eva Bandman Park de Louisville amaneció cubierto de nieve, pero el aumento de las temperaturas propició una incómoda mezcla de barro y hielo. Incluso la nieve volvió a hacer acto de presencia durante la disputa de esta última prueba de la abultada jornada reprogramada.
El checo Martin Bina, espoleado por la nieve y el buen resultado de la Copa del Mundo, y el francés Francis Mourey, con su habitual carácter ofensivo, fueron los primeros atacantes, aunque pronto se vería que este iba a ser un Mundial de resistencia. Ya con el habitual color belga, el duelo por el título quedaba reducido a Sven Nys y Klaas Vantornout, a causa de una salida de cadena de un solidísimo Kevin Pauwels que incluso le sacaría –como a Mourey- del top ten.
Y como se dice en tenis los errores forzados de Vantornout le llevaron a perder comba de un Nys que remataba su fenomenal carrera con su segundo Mundial, tras el logrado en 2005 y toda la racha de mala suerte acumulada en la cita con el ‘arco iris’. A apenas 2 segundos entraba su compatriota y a 25 un Lars Van der Haar que es el futuro, pero al que le faltó aún chispa para estar a la altura de los dos mejores.
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