Tras un calendario ciclista internacional verdaderamente cargado esta temporada con, además de las tres grandes vueltas, unos Juegos Olímpicos entre medias, se le suma como colofón final un Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta que se desarrollará por tierras belgas, concretamente en la región de Flandes, famosa por sus carreras ciclistas.
El programa ideado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Unión Ciclista de Bélgica es único y muy atractivo, pero nos centraremos en la prueba de ruta masculina, que tendrá lugar el próximo 26 de septiembre, y para la que la selección belga junto a la eslovena ocupa las mejores apuestas de bet365 para salir con el maillot arcoíris.
Atentos a Bélgica, Eslovenia, Gran Bretaña y Países Bajos
Como hemos dicho con anterioridad, Bélgica corre en casa y tiene ciclistas como Van Aert y Remco Evenepoel que se postulan como principales favoritos. Los eslovenos Primoz Roglic y Tadej Pogacar aparecen como las principales amenazas a pesar de que el recorrido no les es favorable, pero ambos corredores han demostrado tanta superioridad en todos los terrenos posibles, que es imposible no contar con ellos para el triunfo.
Y en un segundo escalafón aparecería Gran Bretaña, con Mark Cavendish disfrutando de una segunda juventud, y el joven Tom Pidcock, al que el trazado le va de maravilla. Como último combinado favorito, pero no por ello menos importante aparece Países Bajos, liderado por Mathieu Van Der Poel, el cual ya demostró en el pasado Tour de Francia de todo lo que es capaz cuando la carretera no es demasiado empinada.
Trazado rompepiernas para ciclistas todoterreno
La dureza del trazado ha hecho que corredores completos y con gran resistencia como Primoz Roglic hayan tenido que elegir entre la contrarreloj o la prueba en ruta para conservar sus opciones y no llegar al 26 de septiembre demasiado cargados y que durante la carrera el esfuerzo les pase factura.
268 kilómetros desde Amberes hasta Lovaina con numerosos repechos y adoquines tienen la culpa de la dureza del recorrido, para traspasar los 2.500 metros de desnivel, una auténtica “clásica” de extremada dureza en la que solo los más fuertes llegarán con opciones a los últimos kilómetros de la prueba.
Por parte de los españoles, existen pocas opciones de triunfo si nos atenemos al recorrido y al nivel de los participantes, aunque Álex Aranburu intentará estar con los mejores hasta el final con la ayuda de buenos escuderos versátiles como Omar Fraile o el incombustible Luís León Sánchez, y con una estrategia de equipo que les permita tener alguna ventaja al no ser, por una vez, una de las selecciones a tener en cuenta.
Un Mundial de Ciclismo en Ruta diferente que hará las delicias de los amantes al ciclismo y que se presenta muy abierto, con muchos favoritos con opciones al triunfo y con selecciones muy potentes donde no hay un líder claro al que proteger y llevar lo más lejos posible. Tras el mundial solo quedará la París-Roubaix para concluir el año ciclista, pero esa, será otra historia.
