Por octava vez en sus más de ochenta años de historia, los Campeonatos del Mundo de ciclismo en carretera salen de Europa. Será la sexta vez que recalen en América y la segunda que pisen Estados Unidos, tras aquel lejano 1986 cuando se disputaron en el selectivo recorrido de Colorado Springs. La última vez que pisaron el Nuevo Continente fue en 2003, con aquel histórico doblete de Igor Astarloa y Alejandro Valverde en Hamilton (Canadá).
Ahora la sede será Richmond, la capital del Estado de Virginia, a poco menos de 200 kilómetros al Sur de Washington, una ciudad de unos 200.000 habitantes, aunque con más de un millón en toda su área metropolitana, típica de lo que se llama el ‘Nuevo Sur’ –como Atlanta o Dallas-, con el sector terciario, especialmente pequeñas empresas, como base económica, y que se está volcando con los Campeonatos. De hecho, Richmond tiene bastante tradición ciclista, ya que fue el epicentro de los desaparecidos Tour de Trump y Tour Dupont, quizá para compensar que es una de las pocas grandes ciudades norteamericana que no tiene un equipo en las grandes ligas profesionales (baloncesto, béisbol, fútbol americano o hockey).
El programa de este Mundial será similar al de los últimos años, con las contrarrelojes por equipos femenina y masculina el domingo 20, para continuar desde el lunes 21 hasta el miércoles 23 con las cronos individuales de las cinco categorías –féminas junior, hombres sub23, hombres juniors, féminas élite y hombres élite, aunque ésta tendrá un recorrido distinto -; descansar el jueves 24, aunque los juniors tendrán la Conferencia que se instauró en 2012, y afrontar desde el viernes 25 al domingo 27 las pruebas en línea para las cinco categorías antes reseñadas.
Todos los corredores de las selecciones españolas –con la excepción de aquellos que disputarán el domingo la crono por equipos y que ya han viajado a Estados Unidos- volarán el viernes por la mañana desde Madrid hacia Richmond, algunos con escala en Dallas y la mayoría vía Miami. Recordemos que se trata de nueve élites (profesionales), cuatro sub23, tres féminas élites, tres juniors y cuatro féminas juniors.
Javier Mínguez y Pascual Momparler visitaron el circuito de la prueba de fondo el pasado mes de mayo. Un recorrido al que tendrán que dar cuatro vueltas las féminas juniors, ocho las élites y los juniors, diez los sub23 y dieciséis los élites. “No es un circuito fácil, ya que tiene bastantes complicaciones en los últimos kilómetros. Es más duro de lo que se comentaba, aunque no tanto como me gustaría y como convendría a nuestros ciclistas”.
De hecho, en los 16,2 kilómetros del mismo, “los diez primeros son llanos y en los finales encontramos tres rampas, con bajadas complicadas, con tramos de pavés estrechos. Es un circuito de fuerza, pero también de habilidad, ya que la colocación será muy importante”. En concreto, Mínguez se refiere a las rampas de Lobby Hill, de 215 metros con una media del 8% y una máxima del 9%; 23rd Street, 185 metros con media del 12% y máxima del 13%, y finalmente Governor Street, de unos 300 metros con porcentajes similares a la primera y que engancha con la recta final que también ‘pica’ hacia arriba.
En cuanto a la meteorología que tendrán los corredores, se esperan temperaturas apacibles, entre los 15 y los 29 grados y con escasa presencia de lluvia, aunque habrá que esperar a los días inmediatamente anteriores a la competición para concretar estos pronósticos.
Así es Richmond
fuente: rfec.com