La Transpyr ha completado la tercera etapa entre La Seu d Urgell y El Pont de Suert, y se encuentra ya a las puertas del Pirineo aragonés, donde mañana se adentrará de camino hacia Aínsa.
Ha sido una de las etapas reina de la carrera, con largos ascensos y un desnivel positivo de 3.200 metros. La subida ha estado condicionada por el temido barro y, por contra, la jornada ha ofrecido una de las bajadas más largas de la prueba, un descenso que ha requerido concentración y fuerza en unos ciclistas que ya acumulan tres duras jornadas en sus piernas. Los participantes han destacado la dificultad técnica de algunas de las trialeras y la belleza del paisaje pirenaico por el que discurría la etapa.
Ayer hubo dos tramos cronometrados, de 28 y 14 km, y los más rápidos han sido de nuevo Jon Erguin y Eneko Gurrutxaga (Orbea Team).Hoy les espera una etapa de 97 km y casi 3.000 metros de desnivel positivo, que les llevará hasta Aínsa y volverá a poner a prueba la capacidad física y mental de los ciclistas.
Mientras tanto, en la Transpyr Backroads los ciclistas de carretera hoy han estrenado la etapa con la dura ascensión al puerto del Cantó. El gran grupo ha completado la larga etapa de hoy de 137 km y 3.150 metros de desnivel.
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