El vallisoletano, que ya ganó la pasada edición de la prueba taiwanesa, encara la recta final de la temporada
La temporada se agota para el vallisoletano Óscar Pujol que encara desde mañana viernes la recta final de la competición en carretera. Y lo hace con tres citas atractivas, sobre todo las dos primeras.
Para abrir boca, la carrera del ‘Medio millón de dólares (taiwaneses)’, el Taiwan Kom. Una prueba atípica, que no se disputa por equipos, sino por invitación y que el pasado año ya ganó. Este año lo va a tener algo más complicado. Primero porque va a ser el rival a batir y, segundo, porque entre la nómina de aspirantes a levantar los brazos está Vicenzo Nibali, que viene de ganar el Giro de Lombardía con gran autoridad.
La cita, de una gran dureza ya que se sale a nivel del mar y acaba en un puerto a 3.300 metros de altura, pondrá a prueba las piernas del ciclista del Team Ukyo, que llega a la carrera después de cerca de dos meses sin competir. “Llevo una buena carga de entrenamientos, pero falta ese puntillo de ritmo de competición, así que es una incógnita saber cuál será mi rendimiento mañana”, señala el corredor, que admite tener “mariposas en el estómago” en las horas previas de una carrera que cataloga como la “más dura” que ha disputado.
“Es bonito medirte a rivales como Nibali porque le da un aliciente extra a este tipo de pruebas que, por otra parte, aquí son todo un acontecimiento”, señala Pujol que participa en la Taiwan Kom gracias al patrocinio de Atlas, la marca de ropa que viste al Team Ukyo y que ha propuesto al vallisoletano que el próximo año acuda acompañado de Ana Pujol, su hermana, ya que también hay prueba para féminas con idéntico premio en metálico.
Nada más terminar la carrera, Óscar Pujol tomará un avión para disputar, a partir del domingo, la Japan Cup, una prueba en la que el pasado año hizo quinto y en la que corren equipos Pro Tour como Orica o BMC. De hecho, Richie Porte estará en la salida después de tener que abandonar el Tour de Francia tras una brutal caída.
Pujol cerrará la temporada de carretera en el Tour de Hainan antes de volver a Valladolid para arrancar, sin descansar, la campaña de ciclocross con su equipo Poloandbike-Taymory, una disciplina que le “motiva” y “divierte” y en la que, cada año, está un poco más cerca de los “gallos” de la modalidad.