Os recordamos otra de las crónicas míticas de Joseba León. Así fue su paso por la Ultramaratón TitanXtrem Tour Villuercas 2018
Faltaba solo un día para la Titán Villuercas y salí a reconocer los últimos kilómetros por si llegábamos al sprint. Pero sin embargo, acabé echando la siesta junto a una granja de cerdos a las afueras de Logrosán, Cáceres. Me había parado a tomar el almuerzo en mitad del campo, y un curioso olor a miel mezclado con un calorcillo húmedo hicieron que me entrara la modorra. No era la primera vez que me llevaba un bocadillo en el maillot, pero sí que era la primera vez que me echaba la siesta en mitad del entrenamiento.
Justo al despertar, decidí que no iba a disputar la prueba, que esos bellos parajes extremeños eran mejor disfrutarlos con otra filosofía, en plan tranqui, sacando fotos y vídeos, saludando y charlando con los compañeros de aventura, disfrutando de toda la esencia de la Titan Villuercas.
O eso pensaba yo… Cuando me dirigía a la parte trasera de los cajones de salida, no se por qué razón un señor juez arbitro de la federación me llama a primera línea de salida. Se ve que aun conservo algún punto del ranking de cuando era bueno. Justo cuando iba a rechazar las indicaciones del técnico encorbatado , ponen por megafonía a todo volumen “Thunder” de ACDC y mi metabolismo se acelera muchísimo mas rápido de lo que lo podría hacer ningún estupefaciente. Lo que viene a continuación son 6 horas y 6 minutos de tretas y maestrías que suplan mi escasez de fuerza, y sufriendo al máximo para llegar a la línea de meta en 8° posición.
Siempre seré un caballo de carreras, aunque sea viejo y lento.
Resulta que la Titan Villuercas es puntuable para la Copa de España de UltraMaraton. Por eso la organización se ha esmerado mucho este año, ofreciendo un desplegue de medios impresionante, tal vez incluso desproporcionado. A parte de todos los servicios típicos ofrecidos al participante, también había jueces de la federación, controles de tiempo, puestos de mecánica en los avituallamientos, Guardias Civiles controlando todas las carreteras, Protección Civil, drones de video, fotógrafos, periodistas.
Y tal vez la organización tenía previsto un atentado terrorista, porque también fueron desproporcionados los medios de seguridad y rescate. Jamás había visto en una carrera a 27 técnicos sanitarios con 6 vehículos medicalizados. Y después esta el tema del marcaje del recorrido (123 km), totalmente excesivo para ser un ultramaratón en el que se supone es obligatorio el uso del GPS. Para que lo podáis comprobar vosotros mismos, os recomiendo asistir a Logrosan el próximo 2 de septiembre, donde el mismo Club organizara el Campeonato de España esta vez en la distancia Maraton. Ya en carrera, lo primero que me sorprende son los charcos de agua caliente. Varias tormentas veraniegas habían dejado el terreno “teta”. Da igual lo lejos que me escape de mi País Vasco, la lluvia y el barro me acompañan siempre. Es una maldición que sobre todo la sufren los demás participantes, gente sureña que no está acostumbrada a condiciones guarras.
La cabeza de carrera estuvo dominada claramente por profesionales. Daniel Carreño (GR Extremadura-Ecopilas), actual líder del certamen, logró la victoria en compañía de su propio compañero de equipo Pedro Romero. Qué envidia más sana, poder compartir aventura y victoria con la ayuda de un amigo. Difícil batalla “dos contra uno”, eso debió pensar Jesús del Nero (Mondraker-Primaflor) que tuvo que resignarse con un meritorio tercer puesto.
Las mujeres nos han demostrado muchas veces que pueden tanto o mas que los hombres. Pero la realidad es que para enfrentarse a un ultramaratón de 123 kilómetros de puro mountainbike, hay que estar un poco loco. Estadísticamente hay más locos que locas, y tan solo tres féminas lograron terminar el recorrido completo. Lara Lois suma una victoria que le va a dar mucho prestigio a su palmarés y esperemos que la Copa de España de Ultramaratón sirva para algo mas que cobrar tasas a los organizadores. Esperemos que la propia federación se interese por la situación de los campeones y campeonas. Teresa Infante lograba una digna segunda posición, y la tercera plaza fue Celia Ruiz. Celia fue el último participante en llegar a meta después de casi 10 horas atravesando montañas y diluvios. El pódium estaba ya recogido y el arco de meta medio desinflado, pero el recibimiento de Celia por parte de voluntarios y amigos fue aún más emotivo que el acto protocolario oficial.
La Titan Villueracas está incluida en el calendario de TitanXtremTour, que finaliza el proximo 10 de junio con la Titan Pimenton de la Vera.
