Tras el éxito de Valverde en la Vuelta 2012, Quintana exhibe su arrojo e inteligencia en el descenso final y se sitúa a sólo 6” del liderato de la ‘Itzulia’
Nairo Quintana ha vuelto a demostrar en el Santuario de Arrate, final de la cuarta etapa de la Vuelta al País Vasco 2013 -151 kilómetros con cinco puertos puntuables desde Trapagaran-, las facultades que le apuntan a ocupar un lugar en la elite del ciclismo mundial de los próximos años. El colombiano de Movistar Team ha sumado en la cima eibarresa su undécimo triunfo como profesional tras un excepcional trabajo de sus compañeros de equipo en una jornada marcada por un frío y lluvia intensos de principio a fin.
La escuadra telefónica entró en escena en la penúltima subida, San Miguel (2ª), en busca de una fuga de cinco hombres cuyo margen de más de cuatro minutos al inicio del puerto quedó reducido casi a la mitad por el empuje de Cobo, Moreno, Madrazo y un sobresaliente Castroviejo. La aproximación al inicio de Usartza (1ª) condenó las opciones de los escapados al tiempo que animó al equipo azul a seguir manteniendo el ritmo vivo, con el lanzamiento de Rui Costa y el ataque de un José Herrada cuyo esfuerzo obligó a los favoritos a implicarse de lleno a mitad de ascensión.
Quintana, siempre muy atento, coronó el último alto -a menos de 2 km de meta- junto al líder Henao (SKY), su compañero Porte, Contador (STB), Péraud y Betancur (ALM) y Spilak (KAT). Y como ya hiciese el año pasado su compañero Alejandro Valverde, apurando en las últimas curvas, se despegó del resto sobre el piso mojado y logró el triunfo parcial y dos segundos extra de margen que le sitúan a sólo seis del liderato de la general. Con la CRI de 24 km del sábado en Beasain del sábado siempre en mente, Nairo y Movistar Team afrontarán mañana con ilusión la jornada reina: 166 km con hasta diez altos puntuables de 2ª y 3ª categoría, incluidos los tres pasos por Olaberria (1’4 km / 12%), el último de ellos a menos de seis kilómetros del final.
DECLARACIONES / Nairo Quintana: "Es muy importante este triunfo porque es una de las carreras más importantes del calendario WorldTour. Para mí es sensacional y me da mucha confianza para el futuro, porque es una cima histórica y además la he conseguido en una etapa con unas condiciones meteorológicas como las de hoy, con este frío y este agua, que la hace aún más especial. El equipo ha trabajado perfecto durante todo el día y al final me tocaba rematar. La lluvia nos había quitado muchas fuerzas y no sabía cómo estaba respecto a mis rivales. En Arrate he jugado con sangre fría para no precipitarme como ayer y al final me he podido sacar esa espina. He esperado mi momento y en la bajada he arriesgado. Conocía el final porque habíamos ido a reconocerlo y sabía que en esos últimos metros es donde se jugaba la victoria. Me la he jugado y me ha salido bien.
Este triunfo quiero dedicárselo únicamente a todo el equipo. Mecánicos, auxiliares, directores… todos los que se desviven durante todo el día por nosotros y los compañeros que ahora me traen una barrita, luego me traen un chubasquero, me tapona el viento. Todo funciona como un reloj que hace que esto sea posible. Quedan dos etapas que se preveían decisivas al principio. Esperemos mañana empatar cero a cero y estar a tope para la contrarreloj. Conozco el recorrido y me va bastante bien porque tiene algo de subida y en el llano no me defiendo mal. Será complicado pero tendremos que pelear no sólo con Sergio, Contador o Porte de los que habla todo el mundo, sino también con otros como Spilak que se están mostrando muy fuertes".