Una aventura en el desierto de Atacama con Shosh Chamorro

Noticia de ciclismo publicada el jueves, 12 de mayo de 2016 a las 09:42h en la sección de MTB

Ella es Shosh Chamorro. Artista, deportista una mujer que vive con intensidad y pasión todo lo que hace, una de esas personas que conoces por Facebook y que pasa a formar parte de ese grupo de personas que merece mucho la pena conocer. Nos contamos nuestras aventuras y peripecias, me quedaron muchísimas ganas de seguirte en esta aventura …otro año lo intentaré con todas mis fuerzas.

Ella misma nos narra como vivió la Atacama MTB Challenger, atravesar el desierto más árido del mundo, en el corazón de Chile:

Resulta muy emocionante cuando nos descubrimos capaces de realizar cosas que nos parecían tan difíciles. Ahora escribo para recorrerme y revivir lo vivido en el Atacama Challenguer: una experiencia extraordinaria, un sueño hecho realidad.

Llegar a la cuna del pueblo Likan-antai, implica un largo viaje de 1500km de ida, desde la llana y mesopotamica ciudad de Corrientes, Argentina, lugar donde resido, hasta las alturas más desérticas de San Pedro de Atacama, Chile. Me sorprendió un pueblo originario, quieto y silencioso, amable y colorido, un oasis en medio del desierto más árido del planeta.

Yo llevaba todo lo necesario para que ese sueño que tenía en el corazón, sea real. La convicción de que lo podía hacer, no sin antes haberme dedicado, mucho tiempo a entrenar, entrenar y entrenar, descansar y tener una buena alimentación, ademas de la bicy, mi querida Pantera, en perfectas condiciones.

Ya instalados en una cabaña de adobe y techo de caña, junto a los amigos bikers: Alejandro, Marie, Rene y Mirtha, ( esposa de Rene, quien cada día nos esperaba con el almuerzo más cálido y sabroso).

Nos preparamos para descubrir lo desconocido.

Viernes 29 de abril, 9a.m largada, Primera Etapa Mañana muy fría. Vertical Climb, 35km, de ascenso, ascenso y más ascenso hasta los 4200 mts de altura sobre el nivel del mar, a los pies del volcán Licancabur. Más de quinientos bikers. El aire era tan denso, como frío, todo pesaba, todo. Pedalear en medio del continuo arenal y piedras de tooooodos los tamaños, vaya desafío, poco permitía, hacer una mirada hacia la imponente naturaleza que nos rodeaba y asombraba, el cielo no podía ser más azul, el sol con todo su esplendor y fuerzas, pegaba fuerte en el rostro. Recordaba que mis amigos que ya la habían hecho el año anterior, me dijeron:" Shosh, administra bien tus fuerzas, esta es la etapa más dura", así que cada pedaleo era controlado, tenía la sensación de estar llevando un tractor a rastras, cada vez, pesaba más, y más, algunos ascensos los hice caminando, otros, los trepe con las garras desconocidas que poseía, jajaja!

En el camino, nos animamos unos a otros, algunos descompuestos por la altura, otros con bicy pinchada o rotas, otros a punto de abandonar, otros ya rendidos, subían a las camionetas de apoyo. Otros continuábamos, pedaleando, confiando que podíamos lograrlo, con garras, mordiendo los labios en esos ascensos arenosos que hacían brotar una plegaría silenciosa: Dios ayúdame! Después de los primeros 20km ya la adversidad se hacía sentir con más potencia y las ganas de alcanzar la meta también! Cada vez más alto, el viento más frío y el sol más caliente y todo mas extremo, apasionante. Podía continuar. Ya veía los serpenteantes banderines que anunciaban la poca distancia que restaba, yo sonreía, casi lloraba, casi, porque si lo hacía, costaba mas respirar, con las manos agarradas muy fuertes al manillar y con las piernas firmes e insistentes, pedalee aguerrida hacia la meta, animada por gritos de los que esperaban, al pasar el arco, levante una mano hacia el cielo divino, y dije: gracias Dios!!!! Gracias!!!! Lo logre!!

Sabado 30 de Abril Segunda Etapa. Partida 9a.m Mañana muy fría, etapa mas larga, mas dañado el terreno, mas exigente, con muchos accidentes geográficos producto de derrumbes y desbordes de ríos. LLegamos dos veces a los 2800metros. Hitos de ruta: Valle de la Muerte- El Polvorin- Quebrada de los Tambores- Piedra de la Coca_ Túnel de Catarpe- Garganta del Diablo.

Esa mañana partí, con la certeza que lo podía hacer, sabiendo que 85km totalmente desconocidos me aguardaban.El primer obstáculo: el Valle de la Muerte, donde una recta de arenal y una duna de 300mt obligo a llevar la bicy al lado,para llegar a la cornisa de terreno árido y rocoso que nos dio una vista de los volcanes y del valle de la comunidad aborigen de Catarpe. De repente todo el paisaje gris del día anterior se torno rojizo, y un abanico de ocres me sorprendía a cada paso, atravesamos cuevas, quebradas, pedalee por ríos secos de piedras, y por ríos de agua helada. Nos introducimos en un mundo salares, roca caliza y formaciones naturales que lo hacen ser lo mas cercano a la geografía del planeta Marte.

Pedalear en medio de este "mundo ocre" me invitaba a detenerme y observar por unos segundos, quieta, estas maravillas! Y ahí nomas el ímpetu me empujaba a continuar el pedaleo, que me llevaba muyyy alto, y de allí me sorprendía otro descenso pedregoso, agresivo, uffff, y un ascenso más y otro mas y otro, así durante horas, teniendo siempre un sol resplandeciente y cielo de piel tan azul que asombraba. Fue una vuelta bien larga, con paso por el famoso túnel del Atacama Challenguer, oscuridad total. Vuelta que nos llevo de regreso al pueblo de San Pedro, al cual ingrese con todo el brío que restaba, para cruzar la meta un día mas, levantando las manos hacia el cielo en gratitud, con alegría, sonriendo a la vida y abrazando una nueva esperanza.

Domingo 1 de Mayo Tercera Etapa mañana mas fría que las anteriores. 9a.m Partimos y recorrimos unos km por ruta asfaltada con las piernas abatidas, trataba de lograr un ritmo parejo y rápido, que me costo mucho conseguirlo y de allí iniciar ya por tierra una cuesta arriba de mas de 2km, a mi los ascensos me resultan mas apasionantes, así que puede alcanzar equilibrio en el pedaleo y los disfruté al máximo. Luego todo fue un viaje casi extraterrestre por el Valle de la Luna para luego entrar a la cornisa del Valle de la Muerte, y salir finalmente a Catarpe por unas quebradas imponentes, sensacionales. Después de atravesar varios lechos de ríos pedregosos y fríos, iniciamos el veloz descenso, con viento en contra, que nos llevaría de regreso al bendito pueblo de San Pedro de Atacama, allí saboree la inexplicable dicha de cruzar la meta, con los brazos en alto,agradeciendo al Eterno, vivir el sueño que acababa de acurrucarse para siempre en mi corazón y hoy lo comparto con todos ustedes.