Los sobresaltos más inesperados ocurren a veces en la última crono de las grandes vueltas. El siempre prudente Chris Froome, siente no obstante que “a menos que ocurra algo drástico, será difícil perder el Tour”.
Nadie espera que se repita un episodio a lo ‘Purito , en el Giro 2012, porque en las cronos Froome se siente cómodo. Ya lo demostró en la Caverne du Pont-D Arc hace unos días. Como escalador, el líder de la general también ha demostrado que no tiene rival. Los que hablaban de su debilidad en la tercera semana habrán podido comprobar que ayer, de nuevo, fue el único que pudo responder a los asedios de Richie Porte, y eso que no tenía por qué hacerlo.
Además, esta cronoescalada, atípica en el Tour (solo 18 de las 207 disputadas en la Grande Boucle han tenido este perfil de etapa), podría terminar con un nuevo reparto de plazas en el Top 5 o, incluso, en el Top 10.
¿Terminarán siendo las bondades de los escaladores más importantes que las de los rodadores? Con la mente puesta en Froome y en Porte cuesta pensar que no. ¿Hasta qué punto los escaladores del nivel de Adam Yates o Romain Bardet serán capaces de aprovechar la côte de Domancy y la subida posterior hacia Megève? ¿Podemos pensar que Nairo Quintana, gran rodador en sus mejores días, todavía tiene opciones en la general a pesar de las desilusiones que acumula día tras día? Tendremos que esperar a esta tarde para dar respuesta a todas estas preguntas.
fuente: letour.ft