CARRETERA

Una montonera pone en jaque a Heras en la Vuelta

Una montonera pone en jaque a Heras en la Vuelta
El bejarano recibió quince puntos en su pierna izquierda para cerrar una profunda herida La que unía Logroño y Burgos iba a ser una de esas etapas llamadas de transición. De esas que, de estar recogidas en algún diccionario, se definirían como “jornada meramente de viaje entre punto A y punto B. Con escapada larga y final al sprint”. Pero la cosa se ha torcido con una inmensa montonera cuando quedaban apenas 40 kilómetros para la llegada y en la que se ha visto involucrado Roberto Heras, el gran rival del actual líder Denis Menchov. Y es que a Manolo Sáiz le brillaban los ojos esta mañana en Logroño cuando alguien le decía que se esperaba viento lateral. Al de Torrelavega, auténtico experto en emboscadas, se le hacía la boca agua con la posibilidad de pillar cortado a Menchov. De madar al ruso más allá de los Urales en el día que más cerca se pasaba de su casa, de Pamplona. Pero por suerte esto es ciclismo y no una película con un guión a seguir. Luis Pasamontes –en la imagen- cumplió con su parte del trato. Al de Relax – Fuenlabrada le sonó el ‘pinganillo’ y una voz le dijo: “Luis, te toca. ‘palante’”. Y allá que se fue el bravo corredor español a darse de cabeza contra un muro. Llegó a contar con algo más de cuatro minutos, pero de ahí no iba a pasar. Así lo dejó claro Fassa Bortolo, que se colocó en las primeras posiciones del pelotón para dar caza al fugado cuando más interesase. Y entonces, cuando la ventaja estaba cayendo como un plomo, cuando todo parecía estar llegando suavemente al epílogo preestablecido del sprint masivo, alguien se tocó con la rueda del corredor que le precedía y se fue al suelo. Y por detrás, medio pelotón se fue encima de ese alguien. Y entre ese medio pelotón se encontraba Alessandro Petacchi. Parón en la cabeza del pelotón. Y entre ese medio pelotón también se encontraba Roberto Heras. Parón en el corazón de la España ciclista. El bejarano se levantó con dificultad (algo que no pudo hacer Jakob Piil, que tuvo que ser evacuado en ambulancia). Se miró la rodilla y entonces se asustó. Se asustó mucho porque sólo pudo ver sangre. Una gran mancha roja en uno de los peores lugares para que un ciclista tenga manchas rojas. Y entonces llegó Beloki. Y Vicioso. E Igor. Y Scarponi… en fin, todo su equipo. Pero Roberto Heras se miraba la rodilla y no miraba hacia delante. Se fue al médico, pero el Dr. Lara no le pudo poner unas grapas porque para eso había que parar. Entonces lo decidió. “¿Parar ahora? No señor”. Y se puso a rueda de Beloki y llegó al pelotón y en un gesto de rabia ordenó al equipo marchar al frente y volver a poner el ritmo. Y ellos que sí, Que lo que el jefe diga. Finalmente, la carrera se resolvió como tenía que hacerlo. Llegó ‘il treno’ de Fassa Bortolo y su vagón de cola, Petacchi, hizo descarrilar a todos los que venían por detrás con su cuarta victoria en esta Vuelta a España 2005. Denis Menchov, contrariado, sigue vestido un día más con el maillot de líder. Nicolás Van Looy Imagen cortesía de Unipublic

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