Telefónica ya tiene en su palmarés el monumento con el que Eusebio Unzué soñaba en la presentación del quinto proyecto deportivo de Movistar Team. Alejandro Valverde volvió a regalar a los aficionados uno de los instantes que quedarán grabados en la leyenda del ciclista murciano con una espectacular arrancada a falta de 500 metros que a la postre le valió su tercer triunfo en la Lieja-Bastoña-Lieja. El corredor español remataba así una carrera llena de inteligencia y premiaba a sus compañeros tras otra labor ejemplar de principio a fin de los 253 km -con once duras cotas- camino de Ans.
Sutherland y Erviti, conduciendo a la fila azul antes del primer encadenado de duras cotas en Wanne-Stockeu-Haute Levée, y José Joaquín Rojas, siempre resguardando a su paisano, comenzaron a construir un triunfo en el que tuvieron gran culpa Gorka Izagirre y José Herrada, persiguiendo y saliendo a peligrosos ataques -entre ellos una intentona de casi treinta ciclistas a más de 60 km del final-, así como Visconti, última avanzadilla de los hombres de José Luis Arrieta. Una caída sin consecuencias impedía a Nairo Quintana, implicado brevemente en el empuje de cabeza, seguir ayudando a un bloque que tuvo en Giovanni su penúltima y necesaria arma al salir a los cortes en el final de la Roche-aux-Faucons. La serenidad de Valverde le permitió saber cuándo enfilar -al inicio de Saint-Nicolas- y cuándo seguir el ritmo, camino de un último kilómetro que aún depararía un último momento de tensión.
El ataque de Dani Moreno, uno de los tres Katusha aún presentes entre la docena de unidades cabeceras, obligó a liderar a Valverde, que no perdió la calma y lanzó su ataque definitivo, un sprint largo continuado en la meta que le permitió alcanzarlo y alzar los brazos en su sexto triunfo en las Ardenas -uno más que Hinault; a uno de Argentin; a cuatro de Merckx-. Alejandro es, además, nuevo líder de un UCI WorldTour que encabezó de forma definitiva y por tercera vez en 2014 y cuya primavera cierra como indiscutible rey de las cotas
Así lo vivió el murciano: "Es increíble. Aún me cuesta ser consciente del triunfo y en la meta simplemente no me lo creía. Yo sabía que era el gran favorito y todo el mundo iba controlándome mucho en todo momento, pero el equipo ha estado muy bien, ha sabido reaccionar perfecto en todos los momentos clave y hemos podido ganar después de un día exigente y muy trabajado. Iba muy pendiente en el final de los movimientos por delante; sabía que estaba Alaphilippe pero no me fijaba sólo en él, ya que el grupo era muy numeroso y cualquier ataque podía ser decisivo. En cualquier caso, le felicito porque ha estado realmente bien y con 22 años está haciendo cosas muy bonitas.
En la rampa de Ans estaba viendo que se había ido en la parte final Dani Moreno. Después de una carrera tan rápida y dura, con todo lo que llevábamos, todo el mundo estaba ya muy cansado y sabía que sería muy difícil reaccionar, pero también pensaba que él sufriría al final. Era consciente de que se estaba escapando, quería guardar algo de energía para el sprint pero también tenía que salir a por él, y por eso he decidido arrancar a falta de 600 metros para intentar cogerlo, aunque siempre guardándome una bala para poder esprintar al final, como así sucedió.
Mis tres victorias aquí fueron bonitas; ganar en Lieja es algo fenomenal. Pero la de hoy es todavía más especial por la semana que he hecho: segundo en Amstel, primero en Flecha, primero en Lieja. Me hace más feliz ganar aquí después de una semana tan completa, en un monumento del ciclismo... y hacerlo tres veces es entrar en la historia. He ganado en fuerza y confianza en estos años, y cuando estás tranquilo y crees en tus posibilidades, todo es más fácil. Creo que este triunfo es también por eso".