La etapa más combativa de esta ‘Corsa Rosa’ 2016 (Bressanone – Andalo, 132km) se la adjudicó el líder de Movistar Team. Alejandro Valverde pone patas arriba un Giro de Italia con el don que le ha convertido en leyenda del ciclismo español: la tenacidad. La estrategia estaba clara y así lo desveló el murciano en meta: "Reventar la carrera". Sin más. Sin mirar las pulsaciones, sin contar los segundos que le alejaban de su rival directo y tercero hasta el día de hoy en la general, Vincenzo Nibali (AST), la única premisa era atacar.
A 75km para la llegada en Andalo, tras el trabajo permanente de toda la escuadra telefónica, Ilnur Zakarin (KAT), Steven Kruijswijk (TLJ) y el propio Valverde se encargaron de romper el pelotón con continuos cambios de ritmo en Mendola (2ª Cat.). Ataques que descompondrían el selecto grupo de los favoritos antes del sprint intermedio de Cles, donde Chaves (OGE) no pudo ocultar su claros síntomas de debilidad, pasando a 39” del grupo de favoritos liderado por Valverde.
Las cartas estaban sobre la mesa y Valverde, recuperando el espíritu que lo hizo brillar en el muro de Huy (Flèche Wallonne), mostró una vez más su superioridad dejando atrás a Nibali en Fai della Paganella (2ª) y venciendo en el repecho final y explosivo de Andalo. Un triunfo que sitúa al de Las Lumbreras en el selecto grupo de vencedores de etapa en las tres grandes vueltas (Tour, Giro y Vuelta a España). La 17ª etapa este miércoles dará un respiro a todo Movistar Team, con su jefe de filas de nuevo en la 3ª plaza de la general: 196 km entre Molveno y Cassano d’Adda con sólo un puerto de 4ª Categoría, con fugas y sprinters a escena.
Así lo vivió Alejandro Valverde: “Ha sido una victoria increíble. Hemos salido mentalizados, concentrados, sabiendo que iba a ser una etapa dura, pues ya en marzo la habíamos estado viendo Chente, Andrey yo. El equipo se ha vaciado desde el primer momento para reventar la carrera. Hemos salido a ganar y hemos puesto toda la mentalidad para ello. En el primer puerto no se hacía el corte y el líder y otros rivales insistían mucho, pero al final hemos hecho ese grupo con Kruijswijk y sin Chaves y hemos podido marchar para adelante, tirar y hacer lo que creo ha sido una gran etapa.
No pienso que haya sido un día malo para Nibali. En todo momento iba con nosotros, tenía todo controlado, pero en el último puerto he arrancado yo para intentar mantener la distancia con Chaves e irme para adelante, y los kilómetros le han ido pasando factura. Ver así a Kruijswijk, o al menos verle de líder, tampoco es una sorpresa. El año pasado ya demostró en esta carrera que se viene manejando muy bien siempre en el Giro, rodando con los mejores en la tercera semana, y este año ha salido con todo el convencimiento. Hemos insistido hasta meta y he conseguido ganar.
Yo ya dije que mi mal día el sábado fue, sobre todo, consecuencia de la altitud, de tantas horas por encima de 1700, 1800 metros. Supimos salvar el día de la mejor forma posible, vimos cómo en la cronoescalada mejoraba mi posición otra vez y que mi condición física era óptima, y hoy hemos salido a romper la carrera en todo momento. El equipo ha estado de 10: agradezco a todos -mecánicos, auxiliares, corredores, directores- su dedicación. Va por ellos este triunfo; también por mi familia, mis niños y por todos los aficionados.
Es cierto que el único punto débil de Kruijswijk es el equipo y que aunque hoy hemos intentado desbancarlo y se ha quedado solo lo ha manejado muy bien, pero el Giro no está ni mucho menos acabado. Quedan etapas muy duras, como las del viernes y sábado. De momento hay que disfrutar este éxito y el podio provisional, que me hace estar más contento todavía”.
fuente y foto: movistarteam.com
