El holandés y la italiana hicieron gala de su explosividad y se proclamaron vencedores de la general de la Copa del Mundo.
Barcelona ha vuelto a convertirse en el epicentro del espectáculo Mountain Bike. El lugar de tal evento ha sido Montjuïc. Sus fuentes han presenciado la magia del ciclismo con dos disciplinas increíbles: Descenso y Eliminator. Dos pruebas frenéticas sin permiso para el error.
El Eliminator no dejó lugar al respiro
Desde las primeras rondas ya se ha visto la gran igualdad que habría entre los mejores ciclistas internacionales. A medida que han ido pasando las mangas, la exigencia iba en aumento. Muy complicado acceder a las rondas finales. Caídas y pequeños golpes han sido la tónica que ha demostrado que los participaban iban al límite.
Los dos grandes favoritos eran el cuatro veces campeón del mundo, Titouan Perrin-Ganier, y el líder de la Copa del Mundo, Van Eck. Pero Perrin-Ganier cometió un error que le dejó fuera de la gran final.
La batalla por la victoria estaría entre Van Eck, Gegenheimer, Serres y un sorprenente pentacampeón de descenso, Loic Bruni. El holandés no quería verse en ningún percance y cogió un pequeño hueco que le permitió ganar con mucha solvencia. Serres y Gegenheimer completaron el podio.
En categoría femenina se preveía una batalla entre la campeona de Europa, Gaia Tormena y la alemana Marion Fromberger, ganadora en 2019. Tormena, que llegaba en plena forma también optó por el ataque tempranero y se llevó la segunda victoria en la Copa del Mundo 2020.
En el Short Track, Jeroen Van Eck volvió a imponerse, demostrando su gran poderío físico. En cambio, en categoría femenina, fue la danesa Degn, quién impuso su experiencia en carreras más largas y ganó la prueba.
Fotos: Francesc Lladó y Anna Olea.