La pareja vallisoletana formada por César Mato y Óscar Pujol se ha alzado con la victoria en la edición de este año de la Across Andes después de una prueba épica, de supervivencia pura en la que tuvieron que recurrir al ingenio para cubrir los casi 1.000 kilómetros de distancia y más de 15.000 metros de desnivel sin material ni comida técnica.
“Hemos pasado una penuria importante”, reconocían los dos ultraciclistas vallisoletanos que completaron el recorrido en poco más de 84 horas pero alzando los brazos como mejor equipo por parejas de una prueba con más de 250 participantes de 40 nacionalidades distintas.
Las cosas no pudieron empezar peor para los dos corredores que afrontaron la prueba sin la mayor parte de su ropa y de comida técnica porque la compañía aérea con la que volaron les perdió una maleta que, a día de hoy, no han recuperado. Aun así, mientras la meteorología respetó, los vallisoletanos estuvieron siempre en cabeza. De hecho, en el primer Punto de Control pasaron terceros en la general y primeros como pareja. Pero a partir de ahí, aguaceros, fríos y mucho ingenio.
“No paraba de llover, la temperatura rondaba los cero grados, pero con una sensación térmica de menos diez que se multiplicaba cuando bajabas algún puerto”, recuerda Mato que explica que, para protegerse del frío y ante la falta de ropa, tiraban de lo que encontraban. “Bolsas de basura, papel de periódico... todo nos venía bien para protegernos del frío”, explica Pujol.
De ahí que decidieran cambiar de táctica y hacer paradas cada “dos o tres horas” que, más que para descansar, las aprovechaban para “secar la ropa” donde podían y tener así algo seco con lo que seguir en camino. De hecho Pujol tuvo que hacer la mayor parte de la prueba con unos pantalones impermeables de mujer, porque fue lo único que pudo comprar en Coyhaique, inicio de la prueba al sur de la Patagonia.
La lluvia no amainaba, pero su ánimo de superación, tampoco. “Intentamos ver el lado positivo a todo. Al final nos repetíamos que estábamos haciendo lo que nos gustaba y que esta era otra forma de hacer la Across Andes”, añaden los vallisoletanos.
Solo a partir del tercer día el tiempo mejoró y fue ahí donde los dos vallisoletanos sacaron su buen golpe de pedal para lograr la victoria. “Es que veníamos muy bien, la habíamos preparado a conciencia. Lo del equipaje y la meteorología ha hecho que la victoria pues sepa mucho mejor”, ha señalado.
La aventura para estos dos vallisoletanos no acaba aquí, ya que en breve tomarán la salida de una nueva prueba, la Karukinka Gravel Race, la carrera de gravel por etapas más austral del mundo que comenzará el próximo 5 de diciembre en Punta Arenas, en la comuna de Timaukel en la Provincia de Tierra del Fuego en el extremo sur del continente americano. Serán cuatro etapas, completando cerca de 400 kilómetros con más de 5.000 metros de desnivel acumulados.